Este gusto por la lectura me fue disminuyendo al pasar el tiempo, entretenido entonces en un balón, los compañeros de liceo y tantas cosas de la adolescencia. Luego comencé mis estudios en la universidad y ya los únicos autores fueron Taylor, Lehmann, y toda esa gente del calculo.
La segunda etapa es mas reciente, después de pasar por algunas dificultades -mas que nada profesionales- me resguarde en mi antiguo habito de la lectura, desempolve algunas novelas que no había terminado -las hice traer desde casa de mi madre con mi esposa, quien todavía me saca las horas que paseo en el aeropuerto con la caja llena de libros- y me dedique a leer.
Después de agotarse los libros -los de la caja- me vi en la necesidad de adquirir nuevos ejemplares y claro, es cuando me di cuenta de lo caro que puede ser para el Venezolano comprar libros; con los buenos libros costando de 180 Bs en adelante no me quedo de otra que comprar libros en oferta -la variedad es limitada- y algún que otro remate de autores desconocidos. Lo bueno es que hace unas semanas comencé a investigar sobre los libros digitales y aunque siempre preferiría un buen tapa dura, veo con mucho optimismo mis posibilidades de ahora en adelante, con un Kindle en mi wish list de junio -sin olvidar al sr. CADIVI claro esta- y el potente calibre (software libre de conversión de formatos) pienso ponerme al día con mi pasión de la infancia y ahora de la vejes. -diría mi esposa, eres un exagerado no estas tan viejo-