Alaska, 19 de octubre de 2009,
Quería seguir escribiendo sobre equipos. Sobre cosas vividas, porque para indicaciones sobre cómo trabajar en equipo ya existen excelentes libros en el mercado. Pero este es un blog vivo, y la actualidad le hace cambiar el paso.
La culpa la tiene el teatro. Y es que, como diría Salvador Pániker, ello es que estuve en lo de la Factoría, en Reus, viendo la obra de teatro basada en el blog que usted, querido lector, está leyendo ahora mismo. La había visto ya en el estreno, en el Principal de Castellón. Ahora la hacían, organizada por el CEESC, en una pequeña sala dentro del complejo Sala La Palma, en Reus. Este espacio le venía como un guante al Educador en Alaska. Le dotaba de la intimidad necesaria que esta obra exige.
Hablo con Rafa, el actor que protagoniza el monólogo y que hace de "Quique" y de muchos personajes más, antes de salir a escena. Está con ese punto justo de nervios de otras veces. Pero con un plus añadido: sabe que va a actuar ante un público formado mayoritariamente por educadores/as sociales. Ese plus y esa presión también lo tengo yo, para que nos vamos a engañar.Vale, son educadores, me digo, no dejan de ser público. Y en Castellón gustó mucho, ¿no?. Sí, sí. Bueno, bueno. Pero, a ver si nos entendemos, por mucho que la Factoría construya un "Quique", un educador entre miles, sin ánimo de generalizar, ni mucho menos de ejemplarizar, va a hablar de cosas que este público conoce muy bien. Y si no se da un mínimo de identificación la cosa no funcionará.
Empieza la obra. Intento disfrutarla, pero no puedo. Bueno, sí, la disfruto, pero de forma diferente a como lo haría en un espectáculo con el que no tuviera ninguna relación. Cuando es así, me concentro tanto en la obra que sólo me fijo en el público cuando alguien me está molestando. Pero esta vez es diferente. Observo al público de reojo. Veo que se ríen, y lo hacen ahí dónde a mí también me hace gracia, o se palpa el silencio cuando la escena de la carta, y vuelven a reír cuando sale la abuela enseñando a Quique el bollo de su nieto. Y yo me digo: claro, si me gusta a mí, que también soy educador, porque no les iba a gustar a ellos.
No soy el más indicado para hacer una crítica de esta obra, lógicamente. Por eso quiero mostraros un fragmento de las primeras reacciones de dos espectadores que estuvieron en Reus y que han enviado sus comentarios al grupo que la Factoría tiene en facebook:
-"...es una obra de teatro que te ayuda a cargar pilas y que es recomendable para el público en general. Creo que las universidades deberían hacer todo lo posible para que los alumnos de todos los cursos la puedan ver. Es una obra sincera, tierna sin cursilerías, muy transversal y directa, entretenida y muy bien interpretada..." (Pepín de La Rosa)
-"Acabo de llegar de ver el "Educador social en Alaska" y me ha encantado. Tiene todos los puntos necesarios, desde lloros, risas, comida, sensaciones...De verdad habéis hecho un gran trabajo. ¡Enhorabuena! (Roser Guiu).
Gracias Pepín y Roser. Los de la Factoría seguro que agradecen este sincero feedback de su público. Gracias también al CEESC, (Colegio de educadores/as sociales de Cataluña), y al Educablog, que han creido desde el principio en este proyecto.
Que os voy a decir más: que no os la perdáis, seáis educadores o no. Este sábado, 24 de octubre: dos funciones, a las 20 y a las 22h, en Valencia, en la Sala L'Horta. , un espacio teatral precioso y mágico. Podéis llamar al 963759643 para reservar entradas, o en Atrápalo.com . ¡Pásalo!http://factorialossanchez.blogspot.com