Esta mascarilla está hecha a base de miel y plátano; el plátano contiene bastante potasio, que es ideal para tener una piel luminosa y libre de rojeces. A su vez la miel suaviza y nutre la piel, ayudándola a repararse más rápidamente.
La miel en Egipto
En la cosmetología egipcia la miel era uno de los ingredientes principales de las cremas de belleza, por sus propiedades cicatrizantes, su efecto tonificante y sus cualidades suavizantes, la convertían en el ingrediente favorito en todas las cremas y cosméticos faciales de esa época.
La cosmética en Egipto cumplió un papel preponderante, dejando un amplio legado de frascos cosméticos que han sido hallados en tumbas reales. Incluso al ser tan importantes dentro de la sociedad egipcia, antes de la aparición de la moneda, los productos cosméticos podían ser utilizados como forma de pago. Se dice que Cleopatra se bañaba en leche mezclada con miel.
Los egipcios utilizaban la miel como ungüento sobre las llagas o heridas habiéndose percatado de que aseguraba una rápida y franca cicatrización. Esta propiedad, descubierta empíricamente, pone igualmente de manifiesto la actividad antimicrobiana y regeneradora de la miel.
Por su parte, el plátano tiene su origen en Asia meridional, siendo conocido en el Mediterráneo desde el año 650 d.C. La especie llegó a Canarias en el siglo XV y desde allí fue llevado a América en el año 1516.
Los plátanos son ricos en vitamina A y potasio y no contienen sustancias que puedan dañar a las pieles más sensibles. Además es rico en taninos, especialmente algunas variedades. Los taninos son sustancias con propiedades astringentes, antinflamatorias y antioxidantes.¿Qué necesitamos?
- ½ plátano maduro
- 1 cucharadita de miel
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