Ego

Arturo, era un joven sin objetivos claros, que un día por consejo de un amigo decidido meterse en política gracias a las denominadas juventudes, empezó a medrar, pues vio claro su futuro vivir del presupuesto sin trabajar y poniendo a trabajar mínimamente su cerebro.En el discurrir del tiempo el joven fue concejal, alcalde, diputado autonómico, conforme pasaba el tiempo, sus ansias iban en aumento al igual que los números de su cuenta bancaria, no había tenido necesidad de complicarse la vida en exceso.La política era un mundo donde se movía con agilidad a pesar de las intrigas que se dan dentro de las organizaciones políticas.Sabía nadar entre dos aguas sin poner en peligro sus intenciones.No era un hombre que gustara de montar los, ni nada parecido, lo único que buscaba era estabilidad económica.No había tenido necesidad de mandar ningún currículo a ninguna empresa, el partido había cuidado de él.Sus amigos en cambio dedicados a actividad privada, estaban pasando malos momentos, pero el en contra de lo habitual había decidido alejarse de ellos.No quería hacerles favores, él era político profesional, no una organización benéfica…Era un tipo egoísta, pero vivía feliz.