La RESIGNACION tiene más que ver con sumisión, y al resignarse uno queda apegado a aquello que deseaba y no llegó, o a aquello que perdió.
La ACEPTACION en cambio… tiene que ver con un reconocimiento de que hay un propósito en nuestra vida, incluso cuando las cosas no suceden como desearíamos. Al aceptar, uno se despide de lo que no pudo ser y entonces la energía queda liberada para una nueva oportunidad.En definitiva, el desapego es más bien una cuestión de actitud, de manera de ver, pensar, sentir, y por ende actuar ante todas las circunstancias de la vida.El desapego conduce a la LIBERTAD, le permite a nuestra alma manifestarse a través de la GRATITUD, y nos despojamos de los conceptos de carencia que nos hacen sentir limitaciones, que nos falta algo, que siempre hay cosas que no alcanzamos a obtener. Nos sentimos plenos con todo lo que la vida nos brinda, y así, liberados de todo apego, y de toda dependencia de los resultados de nuestras acciones, amamos y brindamos aquello que somos, con confianza plena en actos de AMOR Y ENTREGA INCONDICIONAL.