A veces visitaba a su maestro Zen favorito para estudiar con él, y parecía que se llevaban bien.
El hecho de ser primer ministro parecía no afectar su relación, que parecía ser la de un venerado profesor y un respetuoso alumno.
Un día, durante su visita usual, el Primer Ministro le preguntó al maestro,
-"¿Su Reverencia, qué es el egoísmo de acuerdo al Budismo?" -
La cara del maestro se volvió roja, y con una voz condescendiente e insultante, le respondió,
-"¿qué clase de pregunta estúpida es esa?" -
Esta respuesta inesperada impactó tanto al Primer Ministro que se quedó callado, adolorido, sintiéndose insultado, irrespetado y furioso.
El maestro Zen sonrió y dijo:
-"ESO, Su Excelencia, es egoísmo".-
Relato Zen