El abogado es el mejor amigo del perro

Quién no ha oído alguna vez la frase “el perro es el mejor amigo del hombre”. La damos por cierta sin pensarlo y la consideramos parte de la conciencia universal. A quién pudo habérsele ocurrido tal afirmación? Pues a cualquier persona, es una verdad rotunda y evidente.
Sin embargo esta frase como todas tiene un origen que no mucha gente conoce y es tan curioso como interesante.
Sucedió a fines del siglo XIX, concretamente en el año 1870 que George Graham Vest, un abogado y posteriormente político norteamericano, fué contratado para litigar en un caso poco común.
En un pequeño pueblo de Missouri (Estados Unidos) Charles Burden, dueño de un galgo llamado Old Drum (Viejo Barril), descubrió que su perro había sido asesinado por su vecino, un granjero y pastor que ya había amenazado con matar a cualquier perro que encontrara merodeando en su propiedad.
Burden decidió demandar a su vecino por tal acto solicitando la máxima multa de aquel momento, 150 dólares (unos 2.000 euros actuales).
Con la vehemencia que le caracterizaba, Vest aseguró que "ganaría el juicio o se disculparía personalmente con cada perro en Missouri." Cada una de las partes ofreció sus pruebas y descargos como es habitual, pero en el alegato final, George Vest pronunció un discurso que se convertiría en uno de los pasajes más entrañables de la historia judicial. Reproduzco debajo un extracto del mismo que aún se conserva:
"Caballeros del Jurado. El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.
El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite.
La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad.
Las personas que están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso coloque nubes sobre nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO.
Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo.
Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo.
Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus enemigos.
Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte".

Al terminar el Dr. Vest con su elocución, un profundo y prolongado silencio se adueñó del recinto judicial. Los integrantes del jurado y asistentes al juicio quedaron tan emocionados que muchos no pudieron evitar romper en llanto.
De forma unánime se decidió castigar a Leónidas Hornsby, granjero que asesinó a Old Drum, a una multa de 550 dólares (400 más que el máximo estipulado) y la frase "El perro es el mejor amigo del hombre" quedó inmortalizada, abriéndole a su autor un futuro lleno de éxitos personales.

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