Comparto la presente publicación del Arquitecto Parsival Castro, a quien sigo en FB por la desinteresada difusión que hace sobre Guayaquil, su arquitectura e historia. Disfruten esta lectura:
“Cuando el río crece rodea un pequeño arbolito que creció en las bajantes de las mareas, como un milagro de la naturaleza.
Según las horas, el río lo abraza y cuando se cansa de abrazarlo, empieza la vaciante y el árbol se queda solo …
El río le ha dicho que la esencia de la felicidad es la libertad, mas, el árbol lo espera hasta que llegue la próxima creciente.
Tantas veces la naturaleza se expresa en un ritmo de amor infinito y libre
El árbol creció en el fango de las riveras para darle un motivo de amor al río tan suelto y andariego
A veces en sus pequeñas ramas se para furtivamente un pajarillo y revolotean mariposas blancas
Contemplar nos convierte en observadores de la existencia.
El propio acto de observar lo cambia todo.
El malecón por las mañanas en los días laborables mantiene un ambiente sereno, con muy pocos visitantes
El pequeño árbol permanece tranquilo sintiendo el vaivén de las aguas y de las cosas
En estas mañanas de junio el cielo es sereno… una tenue bruma envuelve la curva de la ciudad que se abre hacia el sur. Guayaquil es una ciudad serena
Tal vez no nos parezca en los noticieros porque solo se destaca lo violento, pero la ciudad guarda rincones tranquilos, rincones de paz
Arriba en los cielos las nubes guardan amarillos resplandores de auroras tardías.
Se puede percibir que al mirar el paisaje hay tres: el árbol, el que observa y nuestra propia conciencia, que se da cuenta que estamos observando
Entonces el propio observador se convierte en observado….El que mira se convierte también en lo mirado…Hay una sensación de que hemos llegado a casa…
El árbol creció solo en silencio como crece la vida misma.
Para contemplar no hay método. Es la revelación del crecimiento de la vida plena.
El acto de contemplar no agrega nada. Quizás se trate simplemente de un florecimiento, como el amor que no puede ser adquirido sino descubierto en el fondo de cada uno…
Tal vez el crecimiento consista en la contemplación de la totalidad de la vida.
La vida viene y va, pero el árbol y el río permanecen en un eterno silencio matizado por el rumor del agua
Una fragancia viviente se percibe en el ambiente…
La Paz es tan profunda que parece que no hubiera nadie sino la propia paz y él propio silencio…
El árbol está aproximadamente a la altura de la calle Roca.
Fuente: FB
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