Mi ciclo vital estaba a punto de terminar, había sido capaz de disfrutar, no sin esfuerzo, de lo que se me había regalado, desde mi nacimiento quise resplandecer y ofrecer lo mejor de mi, quise ayudar a los que tenía a mi alrededor, pasé muchos años desapercibida, oculta entre mis hermanas del mismo árbol. Pero al final fue una ráfaga la que me obligó a viajar sola, a mostrarme tal como era, temerosa y al mismo tiempo orgullosa de mi pasado.
Tomada en el cauce de un molino de Castilla