El agujero del suelo

Hay un agujero en el suelo. Un agujero negro que me sigue a todas partes. Es lo último que veo antes de acostarme y sigue ahí cada día al despertarme. Voy al baño, me observa. Durante el desayuno me atormenta. Ese agujero negro. Ese vacío que me llama, que me atrae, que amenaza con tragarme y mandarme a los confines de la oscuridad más absoluta. Voy a trabajar y no me deja, como una sombra me persigue. Ese maldito agujero. Los compañeros no me hablan, me miran raro. A las mujeres no les gusto, les asusta mi agujero, que me llama por el día, que me llama por la noche, en sueños. Con piedras y palos me defiendo, pero nada puedo, es sólo un agujero.

En el suelo hay un agujero, un agujero negro que me sigue y nos se marcha. Desde él, con sus ojos crueles y vacíos, me espía La Parca.