A 22 de octubre hay muchas piezas en la maquinaria "laker" que deben ser revisadas y puestas a punto. Cierto que la baja de Dwight Howard ha mermado las opciones de preparación en estas semanas, pero la evidencia mostraba un mayor dominio del roster. Al menos a priori. Todavía está por ver el grado de madurez mental de Kobe para relajar su instinto asesino, tan favorecedor como desesperante por momentos. Un instinto que debe ser modulado por Nash, acostumbrado a bregar en peores circunstancias, con muñecas de peor eficacia. Su hoja de servicios habla por sí sola, y su experiencia da algún que otro sopapo a los críticos. Un equipo que cuenta con un quinteto envidiable, y con Jamison saliendo del banquillo no es candidato a ser sospechoso. La oscuridad en todo caso puede ir cubriendo a Mike Brown tal y como le sucedión a Spoelstra a los mandos del Lebron-Wade-Bosh team. Es aquí donde la gestión del vestuario cobra la mayor importancia, y donde Brown se jugará gran parte de su prestigio. Los roles y los egos pueden sufrir unas buenas sacudidas, y pocos creo que están dispuestos a convertirse en e objetivo de las lupas, menos a su edad. Ni Kobe, ni Pau, ni Nash, ni tampoco Howard. Pero todos querrán su trocito de un pastel goloso.
A 22 de octubre hay muchas piezas en la maquinaria "laker" que deben ser revisadas y puestas a punto. Cierto que la baja de Dwight Howard ha mermado las opciones de preparación en estas semanas, pero la evidencia mostraba un mayor dominio del roster. Al menos a priori. Todavía está por ver el grado de madurez mental de Kobe para relajar su instinto asesino, tan favorecedor como desesperante por momentos. Un instinto que debe ser modulado por Nash, acostumbrado a bregar en peores circunstancias, con muñecas de peor eficacia. Su hoja de servicios habla por sí sola, y su experiencia da algún que otro sopapo a los críticos. Un equipo que cuenta con un quinteto envidiable, y con Jamison saliendo del banquillo no es candidato a ser sospechoso. La oscuridad en todo caso puede ir cubriendo a Mike Brown tal y como le sucedión a Spoelstra a los mandos del Lebron-Wade-Bosh team. Es aquí donde la gestión del vestuario cobra la mayor importancia, y donde Brown se jugará gran parte de su prestigio. Los roles y los egos pueden sufrir unas buenas sacudidas, y pocos creo que están dispuestos a convertirse en e objetivo de las lupas, menos a su edad. Ni Kobe, ni Pau, ni Nash, ni tampoco Howard. Pero todos querrán su trocito de un pastel goloso.