Según la investigación presentada aquí en el Congreso Internacional de 2011 de la American Thoracic Society, una estrategia de tratamiento del asma basada en las concentraciones de óxido nítrico exhalado fraccionado (FENO) muestra eficacia para disminuir las exacerbaciones de asma hasta en un 50% en mujeres embarazadas.
Las mujeres embarazadas son muy susceptibles a las exacerbaciones del asma y el tratamiento se complica más que en las no embarazadas a causa de las inquietudes en torno al efecto de los fármacos sobre el feto, explicó el autor principal Dr. Peter Gibson, MBBS, director del Centro para el Asma y las Enfermedades Respiratorias de la University of Newcastle, New South Wales, Australia.El Dr. Gibson dijo: «El asma es la enfermedad crónica más frecuente que complica a los embarazos y las exacerbaciones pueden acompañarse de una morbilidad importante para la madre y ocasionar hospitalizaciones además de una mortalidad fetal importante».«Hay la inquietud en torno al empleo de fármacos durante el embarazo y hay un cierto grado de conceptos equivocados entre las madres y los profesionales clínicos con respecto a la inocuidad de los corticosteroides inhalados durante la gestación. Por este motivo, sería útil un método que optimice la dosis de corticoesteroide inhalado durante el embarazo».El Dr. Gibson hizo notar que la vigilancia de las concentraciones de FENO —un biomarcador clave de los grados de inflamación y síntomas asmáticos— es tal método. Estudios previos sobre el tratamiento del asma con control mediante FENO en pacientes no embarazadas no han proporcionado datos definitivos sobre la eficacia del método.En el nuevo estudio, aleatorizado, de doble ciego y controlado, se comparó el método de control con FENO y la asistencia normal basada en las directrices en 220 embarazadas asmáticas que tenían menos de 20 semanas de gestación; 111 fueron asignadas al grupo de manejo asistencial con FENO y 109 al grupo de control.La media de edad de las mujeres fue 28,4 años, la media de edad gestacional fue 16,1 semanas y el asma era leve. Las mujeres del grupo de control habían tenido hospitalizaciones por asma en los dos años previos más frecuentes que las del grupo con FENO (p = 0,044), pero no hubo ninguna otra diferencia en las características de las personas al inicio.En la aleatorización, 46 mujeres (41%) del grupo con FENO y 47 mujeres (43%) del grupo de control precisaron corticoesteroides inhalados de mantenimiento.Se valoró a las pacientes cada mes. Se ajustaron las dosis de los corticoesteroides inhalados en el grupo con FENO basándose en un algoritmo guiado por el FENO; se ajustó el incremento de las dosis cuando las concentraciones de FENO fueron mayores de 29 ppb y se ajustó la reducción de las mismas cuando las concentraciones de FENO estaban por debajo de 16 ppb.Durante el curso del estudio, el número total de exacerbaciones en los dos grupos indicó que 76 mujeres (34,6%) mostraron una exacerbación grave después de su distribución al azar —29 (26,1%) en el grupo con FENO y 47 (43,1%) en el grupo de control (p = 0,008)—.El Dr. Gibson informó: «La guía con FENO condujo a una reducción de 50%, aproximadamente, en las exacerbaciones».Añadió que, de manera interesante, la directriz produjo menos empleo de corticoesteroides inhalados por un mayor número de mujeres.«Al aplicar el algoritmo, un mayor número de mujeres recibieron corticoesteroides inhalados, pero las que se trataron recibieron una dosis notablemente más baja que las del grupo de control».El Dr. Gibson hizo notar que un aspecto distintivo del estudio, en comparación con la investigación previa sobre el control del asma guiado con FENO, es la calibración cuidadosa tras los ajustes de la medicación.Explicó: «Es decisivo comprender que éste no es solo un estudio sobre el FENO. Lo que es diferente acerca de este estudio es el algoritmo en sí».Añadió que los resultados respaldan el empleo del algoritmo para ayudar al control del asma en la población de pacientes embarazadas muy vulnerablesDijo: «Hay algo de controversia en torno a la utilidad del tratamiento con control mediante FENO. ¿Contribuye de alguna manera? Creemos que la respuesta es afirmativa». «La forma en que modifica el tratamiento es distintiva de las tendencias actuales en las directrices sobre el asma».El Dr. James Martin, del Departamento de Medicina, División de Medicina Experimental, en la McGill University, en Montreal, Quebec, Canadá, dijo que considera que el enfoque del tratamiento controlado con FENO es congruente, sobre todo en el tratamiento del asma en las embarazadas.El Dr. Martin dijo: «Estoy convencido de que el empleo del FENO en estas pacientes contribuye en algo». «No es muy fácil valorar a las asmáticas embarazadas, ya que se podrían atribuir los síntomas al propio embarazo, considerando que la congestión nasal acentuada, la disnea, etcétera, podrían relacionarse con el asma o el embarazo».«Tal vez ésta sea una serie adicional de factores que podrían complicar el tratamiento de este grupo».Observó que investigaciones previas han demostrado que los valores de FENO por encima de 29 ppb se relacionaron con un incremento considerable del riesgo de exacerbaciones. «Esto parece corroborar los resultados previos». Explicó que estos investigadores determinaron que el umbral era 29 ppb, independientemente de otros estudios.El Dr. Martin añadió que otra posibilidad favorable del singular algoritmo utilizado en el estudio es la inflamación del esputo. Dijo: «Podría ser interesante en el futuro utilizar tanto la inflamación en el esputo como el FENO para valorar la eficacia».ReferenciasAmerican Thoracic Society (ATS) 2011 International Conference: Abstract 22724. Presented May 17, 2011.