Hoy en día, muchas personas jóvenes (somos jóvenes hasta que queremos) miran su situación actual y la comparan con la que existía hace unos años donde las características de la vida en general eran totalmente distintas. Observan que a su edad, sus padres o abuelos, ya llevaban muchos años trabajando, ya estaban casados, tenían una casa, un coche e hijos. Cuando terminan de reflexionar sobre ello se agobian. Y ese agobio, no les permite dedicarse a lo verdaderamente importante para ellos. Para unos será formarse, para otros buscar trabajo, para otros encontrar lo que de verdad les llene como personas, para otros enamorarse de una persona adecuada con la que compartir su vida, para otros viajar... ¿Y para ti, cuál es?
Muchas veces hablo con amigos sobre ello, y pienso que para comenzar, no es bueno comparar situaciones en las que el contexto es totalmente diferente, aunque sea inevitable pensar en ello algunas veces, supongo que es más aconsejable pensar en que si algo tiene que llegar, la persona es la misma que tiene que hacer que eso llegue y no esperar el tiempo. El tiempo ya no es lo que era.
