El arte muchas veces surge del conflicto, del combate, de encajar el día a día. Las relaciones de pareja también son eso. Este brillante documental nos muestra el mundo de una entrañable pareja de artistas que luchan para seguir adelante, pagar el alquiler y sobrevivir a una relación de casi cuarenta años. El arte como catalizador para enfrentarse a sus vidas, a su relación y a sus propios demonios.
El documental avanza de una manera magistral contraponiendo la expresión artística y la forma de entender la relación de cada uno. Ushio desarrolla una obra sucia, ruda y caótica, Noriko emerge de la sombra de su marido pintando unos dibujos íntimos y emocionales que cuentan la historia de sus alter egos y que se muestran a menudo mediante animaciones que además funcionan aportando ritmo al documental. La guerra de los sexos llevada al arte.
Zachary Heinzerling obtuvo el premio a la mejor dirección por este documental en el pasado festival de Sundance con esta historia que fluye entre el pasado y el presente de esta singular pareja empleando una amplia variedad estética, una excelente fotografía y una gran banda sonora, y que convierten, un pequeña relación que comenzó en Nueva York durante los años 70 en una obra universal sobre el amor y la vitalidad creativa.