Ismael tiene treinta y ocho años y una vida gris y aburrida, por eso dedica la mayor parte de su tiempo libre a inventarse una existencia idílica en Facebook.
Y, de paso, está intentando localizar a quien fue su mejor amiga, su amor secreto y su peor pesadilla, la maravillosa y desquiciante Amanda Saldana, de quien hace veinte años que no sabe nada.
Ismael jamás se atrevió a confesarle sus sentimientos, sin embargo, nunca ha perdido la esperanza de que una segunda oportunidad le permita enmendar su error. Lo que no se imagina es que, tal vez, esa oportunidad no le será concedida en este mundo...
La verdad es que al principio no sabía si leer esta novela. Félix J. Palma me había conquistado con El mapa del cielo y El mapa del caos, pero sabía que El amor no es nada del otro mundo era algo completamente diferente. Sin embargo, cuando él mismo me ofreció enviarme un ejemplar, decidí lanzarme a la piscina y dejarme sorprender.
Y desde luego que me ha sorprendido.
Los autores responden a esta pregunta utilizando la teoría del multiverso, pues en la historia los personajes logran contactar con universos paralelos... a través de Facebook. Después de una serie de malentendidos y situaciones extrañas, la verdad se descubre y el mundo cambia por completo. Esa es la base de El amor no es nada del otro mundo, y desde luego da mucho juego a lo largo de la historia.
Me ha gustado cómo los autores juegan con las posibilidades, con cómo actos aparentemente pequeños pueden cambiarte la vida de forma radical. Es un tema que a mí me entusiasma mucho, y creo que han sabido tratarlo a la perfección, aportando además una nueva perspectiva con ese toque de humor que también encaja dentro de la novela.
Como pequeño punto negativo, la verdad es que me hubiera gustado que El amor no es nada del otro mundo profundizara un poco más en lo que hay detrás del multiverso: ¿por qué existe? ¿por qué conectan los universos entre sí? Creo que es algo que se roza muy de puntillas y que me hubiera gustado ver más tratado, pero también tengo que reconocer que dentro de la novela funciona a la perfección.
He de destacar sobre todo a Ismael, el protagonista, que es uno de los personajes más reales que he leído últimamente. Demuestra un cinismo muy real (y divertido) desde la primera página que me ha encantado, pues no es algo que suela ver en la literatura. Además, como es lógico es también el personaje en el que más se nota la evolución a lo largo de la novela.
Tengo que mencionar también lo bien que se complementan los autores. No sé qué método habrán utilizado a la hora de escribir la novela, pero en ningún momento se nota el cambio de registro ni el hecho de que esté escrito a cuatro manos, cosa que considero vital a la hora de escribir un libro de estas características.
En definitiva, El amor no es nada del otro mundo es una historia muy divertida con cierta dosis de profundidad en ciertos aspectos y que, a pesar de algún pequeño fallito, ha sido una muy buena lectura que no puedo dejar de recomendar. No es una novela perfecta, pero su cometido de entretener lo cumple a la perfección.
Lo mejor: La situaciones derivadas del contacto entre mundos.Lo peor: Falta de explicaciones.Te gustará si... alguna vez te has preguntado qué pasaría de haber actuado de otra forma.