Foto: Antanas Sutkus
El amor no se cuenta, se practica. Pero no en una caja de cartón o en una cama, el amor se practica en el día, por ejemplo un perro que posa su morro sobre tus rodillas y que te mira a los ojos gimoteando, eso es un amor que no cuesta nada y aporta mucho.Fragmento de: "Desde donde estoy veo la luna"
de Maud Lethielleux