El amor y la vida: mitos tóxicos

Publicado el 05 diciembre 2011 por Mbbp

Hoy recupero para tí un artículo muy interesante publicado en La Contra de La Vanguardia, en el año 2007. En él aborda varios temas (amor, sufrimiento, apego, mundo interior, paz, etc.) y una peculiar visión de la vida, que coincide plenamente con la mía!

Espero lo disfrutes y extraigas tus propias conclusiones…

Mike George. Escritor, orador y formador de directivos.

“¿VAS A PASAR EL DÍA HUYENDO DE TÍ MISMO?”

Inma Sanchís. La Contra de La Vanguardia – 13/02/2007

- El mundo está en dos lugares. Usted está en dos lugares para mí.

- ¿. .?

– Está la imagen de usted en mi interior, y usted. Según percibo el mundo, lo creo y lo proyecto.

- ¿Por ejemplo?

– Yo puedo crearle a usted en mi interior con mucho resentimiento, y ése será el resentimiento que daré al mundo. El mundo está primero dentro de nosotros y después fuera. Ésta es la verdad que nunca cambia.

- Ahora sí lo entiendo.

– Pero la gente piensa que el mundo está sólo ahí fuera y no conoce su mundo interior, no crea su mundo interior; la tele y la publicidad, los otros, lo crean para ella.

- ¿Y cuál es el camino?

– El reconocimiento, ser consciente de quién eres, y para ello hay que ir hacia dentro. Porque a medida que me comprendo a mí mismo te comprendo a ti. Según entiendo lo que soy y cómo soy, entiendo a los demás. Según como me percibo a mí mismo, así percibo el mundo.

- Comparto lo que dice, pero no lo alcanzo.

– El puente entre la teoría y que suceda es la práctica diaria. El compromiso con uno mismo y la voluntad para soltar viejas formas de pensar y asumir nuevos retos. Me gusta meditar, estar en paz conmigo mismo, pero también me gusta ir al cine, recibir ese estímulo que me proporcionan las películas.

- Sí, ¿y?

– Si utilizo el mundo para estimularme, me hago dependiente de él. Ahora todos dependen de que se les estimule para no sentirse vacíos. Hay que acceder a los recursos internos. Pero incluso cuando accedo a la paz y la felicidad en mi interior no es suficiente.

- ¡¿Tampoco?!

– No, eso no dura, tengo que entregar la felicidad, utilizarla, regalársela a los que hay a mi alrededor; eso es lo que sustenta e incrementa nuestra fuerza personal. Pero para eso hay que revisar primero los hábitos.

- ¿Todos?

– Sí, el quiero, necesito, deseo. Hay que dejar de tener expectativas. Si alguien no cumple mis expectativas, está bien; si alguien llega media hora tarde, está bien. Ésta es la práctica y es diaria, por eso pocos lo consiguen.

- Puedes tener la actitud, pero no puedes controlar el dolor de estómago que te produce.

– Paciencia, práctica, perseverancia, perfeccionismo, éste es el camino. Pero es cierto que todo comienza con el dolor de estómago, por lo menos ésa es mi experiencia.

- Puedes intentar comportarte de la manera correcta pero seguir perdido.

– Se requiere que te conozcas a ti mismo, ésa es la necesidad más profunda. Y si estás practicando la meditación con seriedad, no puedes evitarte a ti mismo. Todos viven en un estado de huir y evitarse a sí mismos: estoy muy ocupado, tengo trabajo, tengo que limpiar, tengo que sacar al perro… Constantemente consciente de todo lo que debo hacer, excepto de mí mismo.

- Adictos a la acción.

– Cuando empiezas a escucharte te das cuenta de que reaccionar es debilidad (si me insultan, insulto). Es mejor responder desde dentro, y dentro de todos hay serenidad.

- Intentar y no lograr.

– Se debe a que el objetivo no está claro. Si yo le digo que su naturaleza es de paz y por tanto su objetivo es ser pacífico, para usted es simplemente una creencia. Tenga un poco de fe, confíe en sí misma, medite y experimentará esa paz, y cuando lo haga dejará de ser una creencia y se convertirá en una verdad. Objetivo, meta y método claro.

- Dice usted que estamos equivocados respecto al amor.

– Es un sentimiento lleno de mitos, le haré una lista rápida: creer que el amor viene de fuera. No, el amor surge de nuestro interior.

Creer que necesito que me den amor para experimentarlo.

- ¿No?

– No, para experimentar amor necesitas dar amor. Creer que el amor sucede cuando nos apegamos a algo. No, apegarse es lo que crea miedo a la pérdida, al dolor, y el miedo es lo opuesto al amor. Creer que el amor verdadero es exclusivo: no.

- ¿Un mito romántico?

– Sí, eso de que hay una persona en el mundo para mí nos mantiene perpetuamente buscando y perpetuamente decepcionados. El amor no es exclusivo sino inclusivo, el sol no dice voy a brillar para esta flor y para éstas no. Creer que el amor es preocupación, otro error que cometen sobre todo los padres.

- ¿También va a desmitificar esa relación?

– El adolescente se retrasa y la madre le dice: “Me preocupo porque te amo”. Así los padres enseñan a sus hijos esa lección fatal: que preocuparse es amar. Pero preocuparse es miedo. En realidad nos estamos preocupando de cómo nos sentiremos nosotros si le pasa algo. Si me preocupo, creo miedo e irradio miedo en la relación, eso no les ayuda a fortalecerse. Tus hijos necesitan amor, no miedo.

- Es usted implacable.

– Creer que el amor hiere, que hay que sufrir para saber lo que es el amor. Mentira, ése es otro tabú enraizado en la filosofía cristiana. El verdadero amor no sufre; el amor no te hace llorar; eso es confundir amor y tristeza.

- Pues nos parece lo más normal.

– La paz es, el amor hace, y la felicidad recompensa. No puedes amar si no estás en paz, eso es lo primero. Cuando el amor fluye es lo más poderoso. Si te abres para dar, eres capaz de recibir. El hábito más profundo del ser humano es encerrarse, es el ¡mío!

- ¿Alguna otra carga de profundidad?

– ¿Vas a dedicar un rato para ti o vas a pasar el día huyendo de ti mismo?

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