Revista Literatura
Usted es el primero que la abre desde hace años. Perdí la cuenta de las muescas que hice en el sapeli del revestimiento. Al principio, fue divertido descubrir el mejor escondite del mundo. Después, cuando desistieron de buscarme y me perdí, dejé de encontrarlo gracioso. Pero no soy un garrulo, no se vaya usted a creer, y he prestado atención a todo lo que ocurría fuera, al menos, hasta que mi familia se mudó. Sé que entramos en la OTAN, que abrieron la verja de Gibraltar y que llegaron los restos mortales de Victoria Eugenia para descansar en El Escorial. Por cierto, ¿siguen televisando El coche fantástico?