"Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Es el arte del Kintsugi. Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso. El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza.
Esto mismo se asemeja a las personas,todo daño recibido o dado se repara con amor, que nos fortalece, engrandece y enseña, son dignas de llevarse en alto". ( Lucía Tao )
No debiéramos olvidar este arte , puesto que aunque siempre intentamos disimular nuestras grietas, tarde o temprano se acaban abriendo por algún lado. Tod@s tenemos alguna y no son fáciles de disimular. Pero cuando lo conseguimos, se convierte en la cicatriz más querida , porque, solo con verla nos recuerda que pasó y su enseñanza nos acompañará de por vida. Así que, dejemos de ocultar las heridas y defectos y aprendamos a reparalos con mucho amor ...