Esto que veis es un autobús. Sí, sí, un autobus, con pasajeros, asiento para el conductor, e incluso con maletero. Bueno, no se por qué doy tantas explicaciones, si es evidente ¿No?. La cuestión es que... esto me hace preguntarme en qué momento pasamos de ser creativos, a tener cerebros totalmente influenciados por los mensajes que paren las retorcidas mentes del mundo del marketing: anuncios en los medios, banners, vallas publicitarias, folletos, escaparates...Este autobús lo han hecho las peques: un balancín, varios cojines, almohadas, algunos peluches y un pupitre que casi no se ve pero que, al parecer, es el maletero. Lo mejor de todo es que, si llueve, lo hacen cubierto. Quiero decir que ponen encima de los peluches unas mantitas de cuando eran bebés, "para que no se mojen, mamá". Y así se pasan horas: un autobús, un tren, una casita... Y yo veo esto y pienso: tienen un montón de muñecas, una cocinita, juguetes y juegos de marcas conocidas y desconocidas, puzles, cuentos... Pero juegan con algunos objetos que hay en su habitación y que, al menos a priori, sirven para otras cosas. Y con una herramienta potente: su imaginación. Y es evidente que se divierten.
El autobús
Publicado el 30 noviembre 2011 por BeatrizbeneitezEsto que veis es un autobús. Sí, sí, un autobus, con pasajeros, asiento para el conductor, e incluso con maletero. Bueno, no se por qué doy tantas explicaciones, si es evidente ¿No?. La cuestión es que... esto me hace preguntarme en qué momento pasamos de ser creativos, a tener cerebros totalmente influenciados por los mensajes que paren las retorcidas mentes del mundo del marketing: anuncios en los medios, banners, vallas publicitarias, folletos, escaparates...Este autobús lo han hecho las peques: un balancín, varios cojines, almohadas, algunos peluches y un pupitre que casi no se ve pero que, al parecer, es el maletero. Lo mejor de todo es que, si llueve, lo hacen cubierto. Quiero decir que ponen encima de los peluches unas mantitas de cuando eran bebés, "para que no se mojen, mamá". Y así se pasan horas: un autobús, un tren, una casita... Y yo veo esto y pienso: tienen un montón de muñecas, una cocinita, juguetes y juegos de marcas conocidas y desconocidas, puzles, cuentos... Pero juegan con algunos objetos que hay en su habitación y que, al menos a priori, sirven para otras cosas. Y con una herramienta potente: su imaginación. Y es evidente que se divierten.