José Manuel Soria, es el encargado principal de dirigir la elección de medidas para esta causa, en el Ministerio de Industria. Una de esas medidas es la de transferir activos tóxicos al “banco malo”, la Sareb, con la intención de ampliar la posibilidad de conseguir el objetivo inicial de nuestra sociedad.
Si Bruselas no encuentra inconvenientes y los accionistas privados del “Banco Malo”, están de acuerdo con la propuesta y, finalmente se lleva a cabo, los activos, de la sociedad presidida por Belén Romana, se verían incrementados, pero no con más ladrillos, sino con grandes molinillos.
Estas medidas que se están tratando, y la última en particular, simplemente son opciones propuestas por el Gobierno, para ayudar a los bancos, ya que, se encuentran con una gran cantidad de huertos solares a los que no se les puede aplicar la ley hipotecaria.
El traspaso de los “molinillos” a la Sareb, podría conseguir una rebaja considerable de las primas. En consecuencia, el Gobierno podría cumplir, en cuanto a los términos de seguridad jurídica, a pesar de que abocaría a empresarios a tener que renunciar, cuando ellos subsistían.
Finalmente, con la llegada de Soria al Ministerio de Industria, se ha intentado solucionar el problema del déficit de tarifa, es decir, la diferencia entre el coste de la electricidad y la parte de ese coste que las empresas recaudan de los consumidores.