El barco siempre sigue su avance

Te espera lo mismo que a todos nos espera,
El mismo viaje pródigo pero fatigoso;
Hoy estás abordando un barco sin timonel.
Nadie puede saber lo que te aguarda más allá,
Mucho menos los que se quedaron atrás
Hundidos en la niebla de mares remotos
O en islas a las que nunca has de volver,
Porque hay algo que puedo asegurarte,
Y es que no se trata de un viaje con retorno,
Sino de un viaje que te conviene disfrutar
Durante cada minuto, sin perderte nada,
Por desastrosos que sean los puertos,
Porque a pesar de tus deseos, el barco
No anclará en ninguno de ellos para siempre.
Aunque te sientas varado en el mismo lugar,
Nunca llegarás a estarlo totalmente,
Ni siquiera al morirte de aburrimiento.
No importa en qué ciudad empezó tu viaje,
No importa el volumen de tus ilusiones
Ni el destino transparente que añorabas,
Este puerto se convierte hoy en tu pasado,
De ahora en adelante lo irás olvidando
Porque el barco siempre sigue su avance,
La adorable criatura que tanto te atrajo
Ya empieza a marchitarse y a deshojarse
Junto a los suaves perfumes de su cuerpo.
Junto a los asombrados jazmines de enero,
Aunque tu brújula diga que estás varado,
El colorido puerto se achicará más y más;
Te sugiero que le des una intensa mirada
Cuando todavía tiene su tamaño natural,
Cuando aún no se sumerge en el horizonte,
Cuando sus olores no se perdieron del todo,
Cuando las cosas mantienen su realidad
Y no empezaron a parecerte un sueño;
Te sugiero mirarlo con toda la ternura
Que tengas escondida en el corazón.
Porque estás mirando tu pasado; sugiero
Que busques tu mirada más honda e intensa
Porque dudo mucho que vayas a encontrar
Un puerto más cercano a tu corazón.
Tus mejores propósitos
Impasibles y casi eternas,
Hasta las cosas más frágiles
Duran más que las personas.
Si algo te queda por hacer
Es mejor que no te distraigas;
Llega sigiloso el otoño,
La hoja trémula y elegante cae,
Orbitan silenciosos los planetas
Y vas dejando para otro día
Tus mejores propósitos.
Un bocado, una caricia,
Una loca ilusión te retienen,
Hasta que de repente
Tu tiempo se ha acabado.
Impasibles y casi eternas,
Hasta las cosas más frágiles
Duran más que las personas.


El dictador
Visto desde afuera, el dictador,
Parecía un infame y torvo personaje,
Pero fue un tipo como cualquiera,
Que nunca pudo verse desde afuera.
Nunca, ni por una décima de segundo,
Pudo verse desde afuera, porque
No fue más que un esclavo de su Yo,
Confinado en la cruz de sus entrañas.
El dictador comió, bebió, fumó,
Tuvo mujeres e hijos temerosos
Y dio órdenes tajantes al futuro.
Si también exterminó a millones,
Sólo fue porque era necesario
Para unificar el mundo. Parecía
Un infame y torvo personaje,
Visto desde afuera, el dictador,
Pero fue un tipo como cualquiera
Que nunca pudo verse desde afuera.