El barón rampante, Italo Calvino

Publicado el 12 febrero 2012 por Olgasalar
Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondó, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encontró a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de los árboles.Desde entonces y hasta el final de su vida, Cosimo permanece fiel a una disciplina que él mismo se ha impuesto. La acción fantástica transcurre en las postrimerías del siglo XVIII y en los albores del XIX. Cosimo participa tanto en la revolución francesa como en las invasiones napoleónicas, pero sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo. En esta espléndida obra, Calvino se enfrenta con el que, según él mismo declaró, es su verdadero tema narrativo: «Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para los otros».
Con doce años Cosimo se sube a los árboles por una disputa gastronómica y familiar (se niega a comer caracoles) y ya nunca baja de ellos. Será en esos primeros días cuando conozca a Viola, la hija de unos nobles vecinos que están enemistados con su familia, razón por la que se llevarán a Viola lejos para evitar su amistad. Años después volverá a reaparecer en su vida y será ese reencuentro lo que haga que Cosimo se reafirme en su decisión de no bajar jamás. Pero no penséis que este hecho supone un problema y que en la historia no pasa nada, Cosimo se entrevistará con el mismísimo Napoleón que atraído por sus hazañas irá a visitarle, defenderá su baronía de un bandido y luchará contra piratas... Pero finalmente todo terminará donde empezó.Los personajes son tan fantásticos como la historia en sí, su madre llamada La generala, es la que manda y organiza la vida de todos, su tío un abogado e inventor que viste a la turca, su hermana, definida como una monja doméstica. El hermano pequeño de Cosimo, cronista de esta historia y el padre un pelele en manos de la generala... La primera vez que leí esta novela, fue en clase de literatura italiana y por supuesto lo hice en este idioma y aunque básicamente lo capté todo, he de decir que quizás por madurez o por el cambio de lengua esta vez la historia me ha calado más y más cada vez que la he releído (unas cuantas veces ya, la verdad)  Cosimo, lucha contra piratas, salva a su gente de un bandido, ama... En general vive, en los árboles. Pero eso no le impide formar parte de la sociedad, no vive aislado. Es su manera de luchar contra lo que no le gusta, pero de manera activa.Y es que El barón rampante, es una historia con momentos cómicos y divertidos, plagados de magia y aventuras, pero al mismo tiempo es un canto político, con un transfondo humano y moral.
"El caso es que por esa época comenzó la costumbre de que cuando una muchacha quedaba embarazada y no se sabía de quién, era cómodo echarle a él la culpa. Una muchacha contó una vez que estaba recogiendo aceitunas y se había sentido levantar por dos brazos largos como los de un mono... Al poco tiempo soltó dos gemelos. Ombrosa se llenó de bastardos del barón, auténticos o falsos. Ahora han crecido y es cierto que alguno se le parece"
El barón rampante es una novela que mezcla fantasía, realidad y comicidad en las dosis perfectas. Como la historia de la comunidad de españoles que viven en los árboles hasta que el rey les permita pisar el suelo.La novela sigue un ritmo constante, en el que resulta difícil dejar de leer, sin duda es una ineludible para cualquier lector, con un final de redoble que aunque coherente.El barón rampante es un libro que nos habla de inconformismo, de rebeldía y de utopías, un libro que en el mundo en que vivimos, nos insta nos empuja a ser nosotros mismos, pese a quien pese.