El bloguero invisible y más.

Bueno, me estaba quedando rezagada con esta entrada, así que aquí está...He sido una de las participantes en esta gran iniciativa de Kayena, negro sobre blanco, en el que, previo sorteo y asignación de parejas, el día 30 de diciembre enviamos a nuestro bloguero invisible el libro que cada uno acordó enviar para Reyes. Debo decir que aunque la iniciativa me llamaba mucho la atención y había visto actividades similares en la blogosfera otras veces, dudé si apuntarme, porque estaba muy liada en esas fechas y temía comprometerme a un envío un día concreto. A ello habia que añadir que la oficina central de Correos de mi ciudad cerró, y tengo que ir a otra en la que se eterniza la espera.
Finalmente me apunté, y me alegró muchísimo formar parte de algo así, me ha encantado recibir un paquete de manera "tradicional". Eso si, no fue tan fácil como esperaba, mi bloguera invisible reside en Canarias y cual fue mi sorpresa cuando en Correos me dijeron que tenía que llenar un impreso de Aduanas, en el que tenía que poner el DNI del destinatario...
Eso significaba varias cosas: que había hecho cola a primera hora de la mañana para nada, que tenía que pedirle a alguien su DNI sin conocerla (me daba corte, la verdad), y finalmente implicaba que esa persona se enteraría antes de tiempo de quién era yo...Finalmente lo solucioné todo y pude enviar el paquete en su fecha, quedando la destinataria muy contenta. Me ha encantado sentirme un poco "Rey Mago", jeje.

En cuanto a mi libro, resulta que mi bloguero invisible ha sido uno de los autores que participaban en la iniciativa, Antonio Medina Guevara, que me ha enviado "Una mujer llamada muerte", ya os contaré cuando lo lea, pero desde ya os digo que la experiencia de leer a noveles o escritores aún no muy conocidos está siendo muy positiva.
De hecho, aprovecho para comentaros que me he apuntado a la Lectura conjunta que ha organizado Laky en Libros que hay que leer, a la que os podéos apuntar hasta el 25 de enero. Se trata de uno de esos libros que os comento: El eterno olvido, de Enrique Osuna, tiene muy buena pinta! ya os contaré.