—Tranquilo, hijo, no te preocupes, que ella tampoco querrá que la llames así. Posiblemente tú no podrías ocupar el sitio que, hace unos meses, dejó vacío su hijo.
Revista Talentos
—¡Esa no es mi madre, no pienso llamarla mamá. Me prometiste que nunca nadie ocuparía su sitio. No te lo perdonaré, jamás!
—Tranquilo, hijo, no te preocupes, que ella tampoco querrá que la llames así. Posiblemente tú no podrías ocupar el sitio que, hace unos meses, dejó vacío su hijo.
—Tranquilo, hijo, no te preocupes, que ella tampoco querrá que la llames así. Posiblemente tú no podrías ocupar el sitio que, hace unos meses, dejó vacío su hijo.