Escucha tu canto la noche enamorada,
abrigados de Dios
tus ojos ven mi suerte
y me llaman,
seducidos llegan los amores del aire
en pequeña serenata mortuoria
a la trampa que el amor hilvana,
el hambre amasa las palabras
que tu sueño extraña
y en tus plumas mi corazón descansa,
escucha tu canto la noche enamorada
sabiendo que la muerte acecha y ama
sucumbiendo ante tu encanto
los pájaros del adiós su porvenir regalan.