El café

Publicado el 12 enero 2012 por Ninocactus
La última alma humana pidió un café en el bar de siempre. No había nadie más así que se lo sirvió ella misma. Luego se sentó en la mesita del rincón, donde cada tarde se veían antes de ir a trabajar. Una ráfaga de viento entreabrió la puerta a su espalda. No necesitó darse la vuelta para saber que no era él sin embargo le fue imposible evitar que un escalofrío le recorriese el cuerpo. Y tal vez en su imaginación, tal vez no, sintió un beso fugaz en la nuca mientras la cucharilla daba vueltas dentro de la taza.
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