El cambio de una era

 

   En los años 70, cuando se construyó el Centro Pompidou, el movimiento moderno y sus postulados empezaban a ponerse en duda. El movimiento moderno estaba en crisis y necesitaba una revitalización, esta revitalización se produce gracias a un movimiento tardío modernista como era el High Tech, y su principal exponente fue el Centro Pompidou, por esta razón se considera a este edificio como el responsable de sentar sus bases. Este edificio, al igual que toda la corriente High Tech, lejos de intentar ser un cambio radical con respecto al movimiento moderno, lo evoluciona, fundamentándose en él, pero reinterpretándolo. Lo dotaba de una fuerte imagen tecnológica que lo hiciera mas actual, alejándolo de la concepto de monotonía que empezaba a dar ya el movimiento moderno. Para ello se apoya en la innovación y la tecnología. A la larga este movimiento, y por lo tanto este edificio actuarían como la transición entre el modernismo y el postmodernismo.

   Es significativo señalar cómo este edificio expone una de las ideas fundamentales del movimiento High Tech: el uso de la tecnología como imagen, esta estética industrial que tiene, no buscaba simplemente fines estéticos sino también funcionales. Los distintos elementos industriales que podemos encontrar a lo largo del edificio no sólo son parte de una imagen visual potente que busca la renovación de unos supuestos, sino que también son parte de una función concreta. Son el resultado de la resolución de ciertos problemas funcionales. Como ejemplo, en el Centro Pompidou, el hecho de llevar todas las instalaciones a la fachada nace como la necesidad de liberar el mayor espacio posible en el interior, haciendo éste lo mas flexible posible. Se optó por despejar gran parte del solar y unirlo al espacio publico, generando así la necesidad de mas espacio en el interior del edificio.

   Además, es evidente que la tecnología tiene también un función estética, principalmente la anteriormente citada: la idea de renovar el movimiento moderno mediante el uso de nuevos materiales y tecnologías, y acabar así con la monotonía estética en la que había derivado. En el fondo no es más que la evolución lógica del movimiento moderno, ya que éste en sus inicios defendía el uso de materiales entonces vanguardistas como lo eran el hormigón armado o el vidrio.

   En el Centro Pompidou también se establece una interesante relación entre los conceptos de tecnología como imagen funcional y tecnología como imagen estética, ya que las distintas instalaciones y elementos exteriores se pintan de distintos colores en función del tipo que sea, esto busca claramente tanto expresar la función del elemento, como buscar una composición estética a base de colores llamativos, como el rojo y el azul.

   Además de la arquitectura, el urbanismo relacionado con el movimiento moderno también estaba en crisis en los años 70, eran tipologías urbanas muy estandarizadas y monótonas que derivaban en barrios generalmente de baja calidad y pobres, con el Pompidou se busca inicialmente revitalizar un barrio medieval deprimido. En mi opinión el gran acierto urbanístico de este edificio es generar una gran plaza pública en la que se realizan actividades relacionadas con el centro y así conseguir integrar el espacio publico al edificio, creando un elemento de transición entre la ciudad medieval y el edificio. Además, este espacio se transforma en un pulmón dentro del casco medieval, que se caracteriza por calles angostas y espacios claustrofóbicos, y responde así a una necesidad que venía teniendo la ciudad histórica desde mucho tiempo atrás: la carencia de espacios públicos abiertos.

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