El camino de las etiquetas amarillas

Publicado el 21 agosto 2013 por Elconsumidor

Lo confieso. Ir al supermercado es una de las cosas que más me gusta hacer. Incluso cuando, en principio, no tengo nada que comprar. No empieces a rasgarte las vestiduras todavía, no te has equivocado de blog. Sigue leyendo y verás como este hábito puede suponer un ahorro.

Como iba diciendo, pasear por el supermercado te ofrece un rápido análisis de la sociedad en la que vivimos. Incluso en esta época, era fácil adivinar que algo raro pasaba porque empezabas a ver que los productos caducaban en los lineales. Simplemente porque nadie los compraba. 5 años después, leemos cosas como esta, pero cada vez es más habitual. La reacción de los supermercados ante tal cantidad de dinero literalmente tirado a la basura fueron las etiquetas amarillas en artículos próximos a caducar. ¡Etiquetas que nos permitían adquirir productos con descuentos de hasta el 50%!

Conseguir ahorrar comprando estos productos supone someterse a una disciplina casi espartana. Es sencillo caer en la tentación de llevarte productos que en realidad no necesitas. Además implica un componente de azar, ya que sabes qué productos van a estar disponibles con este descuento especial. Si sigues estos sencillos consejos podrás ahorrarte un dinerillo en tu cesta de la compra:

  1. Procura no llevarte nada que realmente no necesites.
  2. No te desvíes demasiado de tu dieta habitual. Por barato que sea.
  3. Evita las bandejas de carne con líquido o hinchadas. Están en mal estado. Ojo: esto puede pasar incluso con productos cárnicos con condiciones normales de venta. Revísalas siempre.
  4. Huye del pescado que lleva demasiado tiempo fuera del agua. Huele, tiene mala pinta. No hay excusa. Mejor: huye del pescado de los supermercados en general.
  5. Visita con curiosidad las bolsas de ensaladas preparadas. Descártalas, si tienen demasiada humedad o están muy pochas.
  6. La zona gourmet puede ser territorio propicio: una cena con foie a precio de pechuga de pollo siempre es bienvenida.
  7. Y por último, ama sobre todas las cosas el pasillo de los yogures. NO CADUCAN. No, no estoy loco, lee este intento de acabar con el camino de las etiquetas amarillas.

Y tú, ¿compras habitualmente productos próximos a caducar?


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