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El Castillo
Publicado el 08 enero 2010 por IcíarEscritor: Franz Kafka
Por fin me he decidido a leer este libro. Me he prometido a mí misma no buscar absolutamente nada de él en internet, para no sentirme influenciada. Es demasiado conocido, y además probablemete demasiado estudiado. Así que intentaré dar una visión personal, sin pretendión alguna (aunque nunca la tengo).
El castillo viene a ser como el símbolo de lo más elevado, concretamente la administración y yo añadiría la verdad, es decir se podría decir que es un ejemplo de cómo la verdad acaba siendo propiedad exclusiva del poder. La verdad, es todo lo que procede del castillo, no existe posibilidad alguna de error.
Y por eso este castillo aparece como ‘un alguien cerrado a su entorno, pero libre y despreocupado’ y con esa seguridad en la que son envueltos los que allí están. En ese sentido, se podría decir que es un libro de relaciones de poder; el castillo representa el pico de la pirámide, el pueblo la base de la misma, estos últimos se encuentran ávidos por transitar las muchas carreteras que pudieran acceder a él.
No estoy tan interesada en los mecanismos espesos de lo administrativo, donde las aguas son canalizadas según conviene. Pero sí me interesan los personajes, ¿Cuáles son las repercusiones de este hecho en la población? eso sí me interesa, esas gentes del pueblo, con sus mentes ya condicionadas, ya con ese respeto innato a la administración. Todos pertenecen al castillo, pero qué distancia tan grande.
Habrá una mayoría conforme; habrán pocos valientes disconformes, que acabarán despreciados, habrán otros pocos que encuentren el calor en su minúsculo nido, alejados, lo demás les parecerá frío ...... y luego estará K, el Sr. agrimensor, que nos trae el debate. La grieta. K y su falta de normalidad, la culebra ciega para algunos, la esperanza fresca para otros; el ‘forastero’ que no encaja en el pensamiento ya instalado del pueblo.Y en ese sentido este libro, con sus diálogos y, digamos, oratoria o retórica resulta muy interesante, como una música. Pasamos de un enfoque a otro, todos con sentido, casi como un Hércules Poirot, y lo bueno, es que no hay desenlace, no se muestra en el libro cuál es la motivación real, el interior de las formas de actuar, se muestran muchas y es el lector el que sacará sus propias deducciones, casi como en un debate.
¿Conseguirá K acercarse al castillo? ¿se convertirá K en una ilusión para los habitantes del pueblo, una ilusión de acercamiento al castillo? Al final del libro, K acaba riendo.