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El CEO de Orangina Schweppes pretende hacer crecer el grupo un 50% en los próximos tres años

Publicado el 22 diciembre 2009 por Quim @Quim_Marques
El CEO de Orangina Schweppes pretende hacer crecer el grupo un 50% en los próximos tres años
Luis Bach, el CEO mundial de Orangina Schweppes, estará en estos momentos (14 de diciembre) volando hacia Japón para entrevistarse con los nuevos dueños de la compañía, la familia Suntury, que ha comprado hace exactamente un mes este grupo empresarial, el tercer fabricante mundial de refrescos, después de Coca-Cola y Pepsico.
Bach viaja con la intención que le sea aprobado el nuevo plan estratégico (2010-2012) que ha definido para la nueva etapa. Los anteriores propietarios, los privat equity Lion Capital y Blackstone están contentos con su gestión. Desde 2006 ha conseguido hacer crecer la compañía un 30%. Los nuevos accionistas, conocedores de estos datos se plantean un crecimiento aún mayor. Bach no desvela sus intenciones pero es conocedor del reto que se le pide. Obtener 1.500 millones de euros de facturación en 2012 no es nada descabellado si se cuenta con los recursos necesarios.
Es la primera gran operación de compraventa después de la crisis lo que supone para el sector del capital riesgo un mensaje de tranquilidad y de vuelta a la normalidad. El retorno de la inversión, según reconoce Bach, que ha estado en el entramado, “se ha hecho con los parámetros de rentabilidad anteriores a la crisis que el sector tenía”. A pesar que no se quieren dar las cifras exactas, si la compra se realizó en 2006 por 1.800 millones de euros, la venta puede estar rondando los 2.600 millones sin tener en cuenta el componente de deuda de la compañía.
Los vendedores están muy satisfechos por la operación ya que no se planteaban vender sino sacar la compañía a Bolsa en 2011 en el mercado parisino. Entre ellos estaba Bach que ostentaba un paquete accionarial que también ha vendido. Los japoneses se han hecho con la totalidad del capital.
Para Bach no será la primera vez que se entreviste con los nuevos propietarios. Ha tenido ya muchas reuniones, durante el proceso de compraventa. Merrill Lynch en representación del comprador expresó su interés a principios de verano. Se abrió un período de negociación por dos meses, en plena canícula. “Abrimos el proceso el 27 de julio, y en agosto tuvimos muchísimas reuniones desgraciadamente” reconoce Bach. Finalmente se llegó al acuerdo en la medianoche del 11 de septiembre y, después de las autorizaciones pertinentes, se cerró la operación el 12 de noviembre.
Sus responsabilidades continuarán centrándose en el área de las bebidas no alcohólicas a pesar que Suntury tiene una importante línea de productos derivados del alcohol. “Son dos negocios muy diferentes y sería un error gestionarlos conjuntamente” afirma Bach que ha conseguido volver a su ciudad, Barcelona, donde tiene desde hace un año su oficina, después de estar más de dos décadas dirigiendo operaciones por medio mundo.
Para Orangina Schweppes la nueva propiedad generará una forma diferente de afrontar los negocios. “Hay un cambio evidente de cultura empresarial. Venimos del privat equity y pasamos a ser una sociedad familiar. De financiero a industrial. De accionistas anglosajones a japoneses”. Hay tres grandes áreas donde se va a notar: “trabajaremos con una visión a largo plazo, mucha más inversión en innovación y una potenciación importante de la expansión internacional”.
Sin embargo no está nada claro que pueda desarrollar el plan estratégico tal como lo ha diseñado ya que existe un proceso de negociación, de cara a una posible fusión, entre Suntory y Kirin, una gran cervecera japonés que cotiza en la Bolsa de Tokio. El proceso se ha de acabar definiendo en el primer trimestre de 2010. Si finalmente fructifica el grupo resultante sería un gran operador mundial del sector multibebidas y tendría el tamaño de Coca-Cola.
En la actualidad Francia supone el 40% del mercado de Orangina Schweppes y España el 33%. Recordar que el grupo posee 22 marcas.
Este ejercicio no ha sido malo para la compañía. Esperan cerrar el negocio con 1.042 millones de euros de facturación (1025 millones en 2008) y un beneficio de 227 millones (200 millones en 2008). Santory facturó 12.000 millones y obtuvo un beneficio de 636 millones. “Nuestro grupo es más rentable que el japonés, un mercado extremadamente difícil”. Suntory concentra el 80% de su negocio en el país nipón.
En España su negocio, a diferencia de la de otros países, ha caído en su conjunto un 5% (364 millones en 2008) aunque el beneficio se mantiene gracias a la reducción de costes. La empresa ha cerrado una planta de embotellado en La Coruña y otra en Portugal.
(publicado el 14 de diciembre)

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