Hoy mientras desayunaba me dispuse a leer un diario como lo hago casi todos los días y entre las noticias veo una que hace referencia a una modelo (actual pareja de un productor muy conocido en Argentina) que está pasando unos días en Miami.
El título de la nota es : A Guillermina Valdés le “retocaron” la cola.
Ayer había salido solo la información del viaje que realiza esta pareja por estar de vacaciones.
Hoy, como eso no es más noticia, lo “trascendente” es que una revista que publicó fotos de la modelo en bikini disfrutando de las playas de Miami, hizo photoshop a su cola para redondear sus “atributos casi perfectos” .
Muy observadores quienes lo han descubierto, pero me pregunto dónde quedaron los verdaderos valores de las personas.
Sé perfectamente que estas noticias huecas llaman la atención de mucha gente que vive pendiente de la imagen propia y de la ajena. Sé muy bien que eso vende, pero también creo que el mensaje que estamos dejando a miles de jóvenes que no pasan inadvertidos a la realidad y a la información que los rodea, es absolutamente vacío algunas veces.
El photoshop es un herramienta muy válida de la tecnología que permite editar y retocar producciones fotográficas. Pero mi planteo va más allá de esta utilidad. Me pregunto cómo tenemos nuestra cabeza para creer que tiene importancia si a quien sea, le retocaron o no la cola en las fotos.
Las consecuencias son graves. Una sociedad que en gran parte vive de la pavada que generan otros. Una sociedad con miles de adolescentes con transtornos alimenticios , una sociedad que recibe información sin contenidos significativos, una sociedad que no puede pensar.
Si en vez de apuntar a lo que “se ve”, nos preocupáramos más por lo que no se ve, seguramente tendríamos una sociedad mucho más sana, inteligente y libre.
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El cerebro no tiene photoshop
Publicado el 19 julio 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadridTambién podría interesarte :