Se han encontrado cráneos de personas que sufrieron hasta 70 trepanaciones a lo largo de su vida y se calcula que el índice de supervivencia estaba en torno al 7%. Tenían mucho cuidado de no perforar las membranas y las meninges mediante el uso de sílex para hacer las perforaciones y de determinados emplastos vegetales en las heridas evitaban muchas veces las infecciones. Sin embargo, pasó mucho tiempo hasta que el cerebro fue considerado el órgano rector del organismo y sus enfermedades y las del sistema nervioso atrajeron la atención necesaria. Incluso en el antiguo Egipto, donde existía una medicina "muy reglada", se consideraba que el cerebro no tenía ningún valor y se desechaba en las momificaciones, señala este especialista de la Sociedad Española de Neurología.Aunque la medicina griega de la época de Hipócrates (siglo IV a. C.) ya tenía base racional, no fue hasta la época de Galeno (siglo II a. C.) cuando se le empieza a otorgar importancia al cerebro.
La interpretación mágica o religiosa de estas patologías no fue perdiendo intensidad según pasaban los siglos, sino que hubo "avances y retrocesos" dependiendo de cada época estudiada. "En la Edad Media se tenía mucho más en cuenta el componente irracional que en la Escuela de Alejandría, muchos siglos antes", explica.Fue, sin embargo, a partir del Renacimiento, cuando se consideró al cerebro el órgano más importante del cuerpo, iniciándose un proceso de consolidación de la ciencia neurológica que culminó a mediados del siglo XIX, cuando se extendió por toda Europa la mentalidad científica moderna.