Cada vez que hay una manifestación en contra del gobierno veo una enorme pancarta con la foto del Che, voy por la calle y me encuentro con camisetas con la cara del Che, algunos franceses hablan conmigo y ponen a ese hombre en un altar. Es algo alucinante porque me pregunto: ¿ conocen los franceses realmente a Ernesto Guevara? y creo que la respuesta es un NO rotundo.
Al principio de estar en Francia el idolo era Fidel Castro, y esto incluso si muchos no sabian ni dónde quedaba Cuba pero al “barbudo” ( como le decían ) lo conocían perfectamente. En la actualidad Castro se ha quedado un poco en ” el último de la fila” pero Guevara sigue brillando con luz propia.
Los franceses se acaloran cuando hablan de él, no aceptan que se les diga las cuatro verdades sobre este hombre. Se trepan por las paredes, si fuera necesario, para expresar mejor la furia que les invade cuando el discurso del adversarío es en contra del Che.
Un francés acalorado es un espectáculo que uno no puede perderse, es algo que hay que ver al menos una vez en la vida. Un derroche de palabras, un sudor que corre hasta los pies, un movimiento constante ya que si comenzaron la discusión en un lugar la terminarán en otro muy distinto. Un despliegue gestual que cansa al interlocutor pero permite que un francés desarrolle su estrategia, porque un francés tiene estrategia: imponer su teoría con mucho escarceo para dejar un estrecho margén al adversario en el momento de abrir la boca.
Volviendo al Che, al parecer en Francia no saben que fué un asesino que mató por placer a un gran número de personas. Ignoran que en Cuba, en el lugar llamado La Cabaña, el guerrillero argentino ordenaba los fusilamientos mientras fumaba un buen tabaco fascinado ante el sufrimiento de los que íban a morir.
Otra vez la pregunta: ¿ conocen los franceses al guerrillero Guevara ?