Magazine
El círculo perfecto
de Moruena Estríngana
Antes de empezar El círculo perfecto sabía que había faltas y fallos, pero supuse que a unos niveles más o menos aceptables. Cuando empecé a leer, me dio por mirar reseñas y me sorprendió que la mayoría fueran tan y tan positivas; cuando pasé el ecuador del libro, pasé de la sorpresa a la incomprensión. Quizás sea por ir a contracorriente o porque conocí a la autora hace meses en la presentación de Barcelona (majísima, por cierto), y eso siempre te puede influir de un modo u otro, pero esta reseña se me hace bastante difícil.
Voy a empezar por lo mejor del libro: sus personajes. Se nota que Moruena los ha trabajado para darles una personalidad propia y muy marcada, lo cual facilita captar su evolución a lo largo de la historia. Evelyn y Derek, independientemente de si caen simpáticos o no al lector, están muy bien dibujados. Sin embargo, esto no pasa con los personajes secundarios, que aparecen simplemente para apoyar o fastidiar a la protagonista, según se tercie. El círculo perfecto está narrado en presente y primera persona, y se van alternando las voces de Derek y Evelyn. De este modo, el lector puede acceder a los sentimientos de los protagonistas de primera mano; el grado de conocimiento y comprensión que esto nos aporta es lo mejor del libro.
La historia es sin duda original, pero todo se queda ahí. El tema de la magia no se trata apenas y, por lo tanto, queda como un pegote que está ahí para hacer que todo cuadre. La trama está poco desarrollada y en momentos resulta repetitiva (alguna subtrama resulta un calco casi idéntico de la situación que vive la protagonista). Además, los personajes aparecen de la nada cuando son necesarios (como la "enemiga" de Evelyn, que aparece del día a la mañana para fastidiar a la pobre chica sin una motivación clara) y las explicaciones de lo que sucede están sacadas de la manga, o al menos eso parece. Mientras leía, me daba la sensación de que era la autora la que creaba las situaciones, en lugar de que esto lo hiciera la propia historia. Sí, alguien dirá que obviamente la que decide lo que pasa es quien lo escribe, pero no es del todo así: el autor puede decidir a dónde quiere llegar, pero no puede hacerlo de buenas a primeras: tiene que trazar el camino para llegar hasta ahí. Si la historia no te guía hasta el lugar, la situación quedará forzada. En definitiva, me dio la sensación de que no había un trabajo previo, y esto hace que merme la calidad de la historia y también crea confusión.
Otro tema es el de las faltas de ortografía. Yo entiendo que se pueda escapar alguna falta, pero creo que no son admisibles todos los fallos que encontramos en esta novela. Por poner algunos ejemplos:
Callera en lugar de cayera, vistes en lugar de viste (en repetidas ocasiones), hay en lugar de ahí, fututo en lugar de futuro, mí en lugar de mi (y al revés), palabras mal usadas (relámpagos que retumban), comas entre verbos y complementos y entre sujetos y verbos, frases con una ortografía incoherente (estaré bien y sólo... solo serán siete días), otras con una puntuación indefinible (Cando -sí, en el libro pone cando- tuve el accidente, llamé a Dani y él me preguntó si había llamado a la ambulancia, cuando le dije que sí, simplemente dijo, no te preocupes llegaran -sí, sin acento- pronto), mal uso de los gerundios, diálogos completamente incomprensibles en que la explicación entre guiones no corresponde al personaje que habla (-Entonces, ¿vamos al centro comercial? -Le digo que sí mientras conduzco-. Nunca he ido a uno -avergonzada.), fallos que crean frases sin sentido (¿¡No te ves que llevo una espada y estoy entrenando?!), cacofonías (Qué ciega he estado, pero eso se ha acabado), etcétera, etcétera, etcétera.
Muchos excusan a la autora diciendo que es normal al tratarse del primer libro que escribe. Bueno, yo no diré mucho, pero normal no es. La literatura no es sólo lo que cuentas, sino también cómo lo cuentas. Por mucho que sea la primera novela, la ortografía debería ser perfecta. Si los escritores no escriben con corrección, ¿quién lo hará? En este caso, sin embargo, sí excuso en parte a Moruena porque sufre dislexia, de modo que ciertas faltas son comprensibles. Eso sí, lo de Ámbar es ya imperdonable. El último libro que leí de la editorial, El Dios de los animales, tenía también unos cuantos fallos, la mayoría debidos a la traducción. Así que Ámbar, por Tutatis, sé que estamos en crisis, pero contrata a un buen corrector, que se me van a caer los ojos. Gracias.
En cuanto al ritmo, es rápido, pero en algunas partes la lectura se hace pesada por el poco equilibrio que hay entre diálogo y explicación. El estilo, por su parte, se basa en un vocabulario y unas frases sencillas, sin ornamentos ni complicaciones. Lo que más me ha gustado, después de los personajes, han sido las descripciones de los personajes, pues en ellas se nota el sentimiento con que escribe Moruena.
Como he dicho, la mayoría de reseñas son positivas (sólo he visto dos o tres que fueran negativas), de modo que a lo mejor soy un bicho raro, y más teniendo en cuenta que hay reseñas que lo califican como obra maestra o como uno de los mejores libros juveniles actuales. Sea como sea, sabéis que nuestras reseñas intentan siempre dar una opinión personal y fundamentada. El círculo perfecto es una historia romántica, sin llegar a ser puke rainbows, y original, pero con demasiados fallos. El que guste o no depende, supongo, del gusto por las novelas "rosas" y de las exigencias literarias de cada uno. Puritanos de la lengua: absteneos.
Historia: Personajes: Estilo: Ritmo: Opinión:
Lo mejor: los personajes y las descripciones de sus sentimientos.
Lo peor: los incontables fallos de estilo, gramática y ortografía.