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El coche fantástico: Muestras de sonido

Publicado el 14 agosto 2009 por Alf

Desde hace unas semanas, TVE-1 esta emitiendo la nueva serie de El Coche Fantástico. Las comparaciones son odiosas, y ya comenté hace tiempo que el Pontiac Trans Am de la serie original me gustaba mucho más que el actual Ford Mustang. Pero no estamos aquí para hablar de coches.

El coche fantástico: Muestras de sonido

En el episodio 6 (el de Halloween, en el que se atisba el regreso de KARR) se produce un asesinato en el cuartel general de los protagonistas. Las posibles grabaciones de cámaras de seguridad son eliminadas, por lo que para averiguar lo ocurrido, a uno de ellos (Billy, el pobre secundario geek que babea por su compañera) se le ocurre recoger algo así como «muestras de sonido». La idea es que el sonido del pasado, queda almacenado de alguna forma en el entorno, y armado con un micrófono parabólico, se pone a escanear la habitación del crimen, y recupera las conversaciones que han tenido lugar, pudiendo precisar incluso la hora y lugar exactos, así como separar todas las voces.

¿Qué es el sonido? Pues una onda mecánica, que se propaga como una ola (no puedo evitar pensar en la canción). Cuando se genera un sonido, se producen unas vibraciones en el emisor. Estas vibraciones alteran un poco el entorno más inmediato, que a su vez transmite la vibración mas allá, y así sucesivamente. Pero obviamente, una vez se ha detenido la vibración original (el emisor sonoro deja de emitir sonido), el entorno que estaba vibrando, deja de vibrar (y la «no vibración» se propaga igual). La vibración no se detiene de forma brusca, pero tarde o temprano (más bien temprano) desaparece.

Uno podría pensar que tal vez la vibración pueda mantenerse un rato largo, muy débil e impreceptible, pero capaz de ser detectada con los aparatos adecuados. No es así. La vibración de cualquier material produce fricciones internas, que se convierten en calor (que realmente es movimiento a nivel atómico). En cuanto el estímulo (emisión de sonido) se detiene, dichas fricciones detienen rápidamente la vibración. Sólo en casos muy concretos, como un diapasón o las cuerdas de un instrumento musical, la vibración permanece durante más tiempo. Y en esos casos es porque el objeto en cuestión está diseñado para oscilar a una frecuencia concreta (y de hecho, sólo se mantiene vibrando si el sonido es de esa frecuencia).

Además, aunque admitiéramos que tal vez el material específico de la sala donde se produce el crimen, mantuviera las vibraciones durante más tiempo (explicación que no es válida, ya que posteriormente hacen lo mismo en el gimnasio del complejo), estamos olvidando algo muy básico: Cualquier nuevo sonido producirá una nueva vibración, de mucha mayor intensidad que la que pudiera estar «conservada» en el material. Cualquier hipotético «rastro sonoro» sería inmedianamente «sobreescrito» con la nueva señal sonora. Y en el episodio, después de la conversación que se pretende recuperar (la del momento del crimen), se producen disparos y más conversaciones.

Pero lo más importante es lo siguiente. Una vibración constante, no es más que un tono. En un sonido rico, como una conversación entre dos personas, las vibraciones cambian constantemente con el tiempo. Aunque las vibraciones perdurasen un periodo de tiempo largo, cada nueva palabra, cada nueva sílaba, cada nuevo fonema, se superpondría con todo lo anterior.

Imaginad que tenemos un aparato que funciona como grabador y mezclador, de forma que el sonido que graba lo mezcla con el que ya tiene grabado, y la duración total de lo que es capaz de reproducir es de, pongamos, 1 segundo (un número arbitrario). Imaginad lo que puede ser reproducir una conversación en ese formato. ¿Entenderíais algo? No ¿verdad? Pues lo que se propone en el episodio es aun peor. Imaginad que el aparato sólo guarda las frecuencias que componen los sonidos que va grabando, y que luego las reproduce todas a la vez. Intentad extraer algo inteligible de eso.


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