El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito iluminado, es decir, una obra complementada por miniaturas, bordes, letras capitales y otros elementos decorativos. Data de mediados del siglo XII y contiene textos litúrgicos, sermones e incluso piezas musicales e himnos. Una obra de contenido heterogéneo que, tristemente, se ha hecho más famosa tras su robo durante el pasado año que por lo que representa.
El Códice Calixtino será la pieza estrella de la exposición que empezó ayer, 23 de agosto, y se alargará hasta el domingo en Pazo de Xelmírez (Santiago de Compostela).
Por suerte, no se trata de una única cita a la que asistir, sino del pistoletazo de salida de una ruta por numerosas ciudades españoles y extranjeras. Sin embargo, el original no saldrá de Compostela y será sustituido por una copia.
La exposición pretende mostrar la mentalidad medieval de época y el contexto sociocultural en el que nació el Códice Calixtino: la historia del Camino de Santiago, la catedral, etcétera.
Entre las obras que acompañan al códice original en Santiago , encontraremos otros facsímiles —reproducciones de originales—, entre los cuales descubriremos la copia del Códice Calixtino que viajará a lo largo de España; también una copia de la cruz de oro y pedrería donada por Alfonso III (874 d.C.), el capitel medieval de una casa compostelana y documentos con grabados de numerosas peregrinaciones, entre otras.