El comienzo de curso

Publicado el 12 septiembre 2016 por Alberto7815

Buena noche de domingo.Retomamos la costumbre de crear cuentecillos y compartirlos. Feliz curso, felices lecturas.Un abrazo agradecido y… acaso tú también seas una flor que habrás dibujado en el cuaderno mágico el dibujo de tu destino.
Cuentos a la luz de los valores
El comienzo de curso
Las flores andan alborotadas.También ellas van a comenzar el nuevo curso. ¿Su escuela? Un jardín. ¿Su maestra? Una jardinera.Se preguntan qué les deparará el nuevo curso. A lo mejor algunas de ellas serán elegidas para celebrar una boda, incluso otras serán testigos de declaraciones amorosas o se las distinguirá con el honor de adornar la mesa real en recepción honorífica o serán colocadas en la melena de alguna joven rumbosa y simpar belleza para que hagan juego con su boca.Claro que, también, habrá a las que les toque servir de acompañamiento de ataúdes o ser arrinconadas en el olvido de quien creyó que, poseyéndolas, vería alegrar su espíritu y fracasar en su lucha y las que serán arrancadas sin razón para ser arrojadas al suelo sin más ni más. O ser apresadas entre las hojas de un libro que nadie volverá a abrir.Unas se muestran cohibidas, otras no pueden dejar de lado su carácter presuntuoso, otras, en fin, se mantienen a la espera.La escuela jardín es acogedora, se conserva fresquita y ordenada, con sus jarrones de colores en los que, cada una de ellas, serán colocadas.La maestra llega. ¡Es una niña! Qué curioso.La rosa le dice a la margarita:-Vaya maestrucha nos ha tocado este año. Esperaba que repitiera la del año pasado que, según me dijo mi prima la rosa blanca las trató con mucha distinción. Ésta puede que no tenga ni idea y no sepa ver las que somos buenas y las que no valen para nada.-No presuma tanto, señorita rosita de pitiminí, que igual nos sorprende. Además, yo me suelo llevar bien con las niñas.La maestra niña se sube a la escalera para acariciar, con sus manos de adolescente precoz, a cada una de sus pupilas. Quiere familiarizarse con el tacto de sus pétalos y el perfume que cada una emana. Se da cuenta, en contra de lo que supuso la rosa de pitiminí de cómo es cada flor, de su carácter: discreto, el de la margarita; presumida, la rosa; pacífica,la azucena; elegante, la gardenia; tímido, el crisantemo; fuerte, el gladiolo; fanfarrón, el clavel; triste, la camelia; inteligente, la cala; cariñosa, la orquídea; agradecido, el pensamiento; ingenioso, el tulipán…-Señores, señoras… me han encargado que sea su maestra. Ya sé, soy una niña y puede que crean que nada sé de la Vida, pero se equivocan. Sé ser sensible y además mi abuelita me ha enseñado mucho. Durante los próximos meses las cuidaré y me haré cargo de ustedes para que, cuando sea el momento de cumplir con su destino, puedan hacerlo como las mejores. Creen los mayores, creerán ustedes, que yo, por ser niña, nada sabré. Se equivocan. Mis manos son sabias porque han recorrido las arrugas de mi abuelita, mi nariz es sabia porque desde pequeñita aprendí a cerrar los ojos y oler con el alma. Mis orejas son sabias porque están acostumbradas a escuchar. Mis ojos son sabios porque la luna les enseñó a mirar.Mi boca es sabia porque el sol me enseñó a sonreír. Cada una de ustedes es importante para mí, me da igual su colorido o perfume, lo importante es que aprendan a estar en la situación que el destino les tenga reservada. A mí, mi abuelita, fue lo primero que me enseñó. Yo no me lo podía imaginar. Cómo una niña iba a ser maestra de flores. Se empeñó en enseñarme y aquí estoy. Es que… mi abuelita es un hada. Sí, de ésas que llevan varita y todo. Es el hada de las flores y por eso yo estoy aquí.Después de semejante discurso, la maestra niña les da a cada flor un cuaderno y un lápiz de cera. En él, habrán de hacer un dibujo cada una. Así transcurrirá el primer día del nuevo curso. Al final, serán regadas y alimentadas convenientemente y, unas y otra, se dirán que tampoco está tan mal, que el curso promete.¿Y los dibujos? La maestra niña se los lleva para enseñárselos a su abuelita. A la vista de ellos, se decidirá el destino de las flores de ese curso… ¿Te lo imaginas?