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el corazón en las tinieblas

Publicado el 08 julio 2013 por Durruti

el corazón en las tinieblas

el corazón en las tinieblas

Esta noche volvía a casa paseando por las mugrientas calles de mi barrio, esquivando los pies de los vagabundos que salían de los cartones, cegado por los destellos azules de las FSE y de Reggeton hasta la coronilla. Iba pensando en lo insegura que se está volviendo la ciudad y en como la alegría bulliciosa del mediterráneo ha dejado paso a un clima pesado y nauseabundo, paisaje de ratas y olores estomacales. Debajo de una farola nueva, porque aquí, lo creáis o no, lo único que se estrena constantemente son las farolas, cuya empresa proveedora es propiedad de un primo de la alcaldesa, he sido consciente de la situación apocalíptica en la que nos hallamos. Sí que intuía algo, claro, los niños pidiendo a la puerta del mercado, el tullido vendiéndote estampitas de la virgen y la proliferación de nucleos familiares, típicamente hispánicos, alrededor de la pensión de los abuelos, eran señales de que la realidad iba adquiriendo tonalidades ocres y el futuro se presenta color del NODO. Pero la verdad es que durante todo este tiempo siempre pensé que la crisis era algo pasajero, un gripazo en el motor que serviría para desterrar la cultura posfranquista de la transición y ese capitalismo de amiguetes tan dañino e injusto que padecemos. ¡Qué iluso!, ahora abro los ojos y me parece estar en un cuadro de Esteban Murillo con harapientos mendigos e Inmaculadas vírgenes vendidas a mafiosos de todo el mundo, y no me lo creo. El país ha entrado en shock y sus habitantes viven en una fantasía barroca llena de cortesanos engominados y zíngaros rebuscando la basura movil en mano. Los intelectuales son hombres de partido o lameculos del opus dando lecciones de moral en programas de TV. El país de los molinos de viento y las regiones I+D+I que cabalgaba orgulloso hacia la convergencia europea y sus fondos comunitarios, donde una persona podía cruzar la península saltándo de Hospital en Hospital gracias a un sistema público orgullo de la civilización ha degenerado en una pesadilla de pícaros relamidos y saltimbanquis haciéndoles la ola, un espectáculo grotesco como la costra de cemento que recubre la costa mediterránea. Un gobierno ocupado por agentes privatizadores buscando empresas públicas de saldo para sus clientes en un proceso de rusificación que nos deja en manos de las mafias internacionales. La complicidad de nuestra particular Troika Hispana compuesta de banqueros, cortesanos y constructoras que se creían vivir en el maravilloso país de las promociones inmobiliarias completan el akelarre goyesco. Pero aquí ya se sabe... si eso ya tal...el trastorno postraumático lo permite todo. Se entra en un estado de alucinación colectiva que disminuye las facultades mentales otorgando el control de la voluntad al sistema límbico, la parte más primitiva e irracional de nuestro cerebro. La sociedad-zombi, sueño húmedo de nuestros jerarcas ya ha advenido.

Cierro los ojos y veo a los egipcios luchando contra los islamistas, en Brasil disturbios contra la celebración del Mundial de futbol y los JJOO, Grecia entre la revolución o el fascismo, en Turquía durante la defensa de un parque ha estallado un movimiento antiestatal. Los pueblos del mundo se levantan a pedir democracia contra los regímenes corruptos. en España la crisis está provocando una implosión del sistema de partidos de la transición. Y la solución que promueven desde el gobierno no puede ser más previsible. Autoritarismo y miedo. Hambre y clasismo católico. Pero el miedo está cambiando de bando. Cuando gastan más de veinte millones de euros en material antidisturbios, cuando destituyen jueces o manipulan informativos, cuando criminalizan y reprimen a los movimientos sociales, cuando anulan legislativas populares y levantan la ira del pueblo no hacen sino expresar el miedo que sienten. Muchos no ven esta realidad y se aferran a pensar que todo volverá a ser cómo antes. Cómo si la situación anterior fuera deseable y no un castillo de mentiras. Son incapaces de digerir la verdad fundamental en todo esto. No es que el mundo anterior haya desaparecido, es que nunca ha existido, fue todo un engaño. Ya sabeis: la democracia, los derechos humanos, la libertad individual, la ecología y todo ese lodazal de buenas intenciones ha quedado reducido a una hueca retórica amplificada en las huecas cabezas de los gobernantes.

Ahora abro los ojos y veo un gobierno corrupto e incapaz, un sistema productivo vendido a las potencias extranjeras y una población débil y pusilánime incapaz de discernir entre la verdad de la Historia y los realitys de televisión.

Este país de cabezas bajas no se levantará hasta que no tenga que llevarse a la boca porque la resignación no se come y esos abuelos duros de posguerra que protegen a sus nietos con la fiereza con que sus abuelos los protegieron a ellos no durarán eternamente. La responsabilidad final cae sobre cada uno de nosotros, el mundo fácilmente podría ser un lugar agradable para todo el mundo, sólo hay que imaginárselo y proponérselo.


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