Como suele suceder con algunos autores que sólo consiguen salir de los círculos minoritarios gracias a la concesión de galardones mediáticos, conocí la obra de la canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) a raíz de la concesión del Premio Príncipe de Asturias a las Letras en 2008. Se trata de una escritora con una obra variada y lúcida, comprometida con la posición social e individual de la mujer, y entre la que destaca su célebre novela El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale, 1985). Con ella me acerqué a su literatura y a su lectura le siguió la de otras novelas como La mujer comestible (The Edible Woman, 1969), Resurgir (Surfacing, 1972) o El asesino ciego (The Blind Assassin, 2000).Hace unas semanas me acerqué de nuevo a El cuento de la criada. Recordaba haber disfrutado del libro y de la historia, y me apetecía volver a sus páginas. Su relectura me ha confirmado que hay novelas que ganan con las revisiones.La historia de El cuento de la criada se centra en una espeluznante distopía en la que se narra, a través de una voz femenina en primera persona, un futuro en el que, tras unas guerras con armas nucleares, los Estados Unidos se han transformado en la república de Gilead, una suerte de teocracia basada en el puritanismo y en la interpretación extrema del Antiguo Testamento en el que la sociedad se estructura y organiza de manera patriarcal y arcaica.
‘El cuento de la criada’, de Margaret Atwood
Publicado el 20 noviembre 2017 por Amtaboada @amtaboadaComo suele suceder con algunos autores que sólo consiguen salir de los círculos minoritarios gracias a la concesión de galardones mediáticos, conocí la obra de la canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) a raíz de la concesión del Premio Príncipe de Asturias a las Letras en 2008. Se trata de una escritora con una obra variada y lúcida, comprometida con la posición social e individual de la mujer, y entre la que destaca su célebre novela El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale, 1985). Con ella me acerqué a su literatura y a su lectura le siguió la de otras novelas como La mujer comestible (The Edible Woman, 1969), Resurgir (Surfacing, 1972) o El asesino ciego (The Blind Assassin, 2000).Hace unas semanas me acerqué de nuevo a El cuento de la criada. Recordaba haber disfrutado del libro y de la historia, y me apetecía volver a sus páginas. Su relectura me ha confirmado que hay novelas que ganan con las revisiones.La historia de El cuento de la criada se centra en una espeluznante distopía en la que se narra, a través de una voz femenina en primera persona, un futuro en el que, tras unas guerras con armas nucleares, los Estados Unidos se han transformado en la república de Gilead, una suerte de teocracia basada en el puritanismo y en la interpretación extrema del Antiguo Testamento en el que la sociedad se estructura y organiza de manera patriarcal y arcaica.