Revista Talentos
Me creó la cabeza de Poe hace demasiados lustros, pero murió antes de plasmarme en un papel. Desde entonces vago por las mentes de escritores que no quieren adoptarme. Hoy he llegado a ti, rogándote que me acojas. Ayúdame a ser leído. Afila tu pluma, escucha mi historia, y escríbeme.