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El curso de japonés intensivo, se acabó

Publicado el 08 julio 2010 por Amoreno
¡Por fin! Se acabó el curso de japonés intensivo, ¡soy libre!
Como ya comenté hace tiempo, durante estos primeros meses de estancia en Japón he estado inmerso en un curso de japonés intensivo previo a comenzar con el proyecto de investigación en la Universidad. Llevar a cabo esta investigación es la razón principal por la que me han concedido la beca en Japón pero mi sensei (supervisor académico) me dio permiso para posponer el comienzo del proyecto y concentrarme en el curso de japonés. Así pues desde el primer momento el curso se presentó como una oportunidad excepcional para aprender el idioma, ya que durante tres meses no tenía que dedicarme a otro asunto que no fuera aprender japonés. No obstante, el ritmo de aprendizaje fue creciendo y lo que al principio se limitaba a asistir a clase durante 5 horas al día terminó convirtiéndose en un suplicio de 5 horas de clase al día + 1 de deberes de kanji + 1 de deberes de gramática y vocabulario + ocasionalmente algunas horas más de estudio para afrontar los exámenes. Inaguantable.
El curso de japonés intensivo, se acabó
Una cosa es no tener tiempo para dedicarme a otro asunto y otra no tener vida: ir a clase de 8:30 a 3, después comer e ir a la biblioteca para terminar a las 6 o 7 de la tarde, que en Japón ya es de noche y casi la hora de cenar. No ha sido nada agradable tener que pasar tardes enteras en la biblioteca, me recordaba a la época de exámenes de cuando era estudiante de Ingeniería en Madrid.
El curso de japonés intensivo, se acabó
Realmente aprender un idioma de forma intensiva puede llegar a ser igual o más estresante que un trabajo de oficina. Durante la mañana tenía que estar a tope de concentración en cada cada una de las clases porque cada una es de temática distinta (listening, writing, estudio de kanji, gramática, vocabulario, conversación, ...) y los profesores exigen el máximo de atención, somos nueve en clase y la participación es constante. La única forma de llegar despierto a la última clase era a base de tés y cafés, nada bueno. Por la tarde, los deberes servían para reforzar los conocimientos adquiridos en clase pero muchas veces se trataba de repetir una estructura gramatical muchas veces con varios ejemplos o practicar la escritura de un kanji otro tanto de veces, un trabajo bastante tedioso. Al llegar a casa por la noche lo último que me apetecía era encender el ordenador para encontrarme una pila de emails sin responder y el blog sin actualizar.
Pero bueno, aunque me quejo mucho la conclusión al final es positiva ya que después de pasar por todo esto he comprobado que realmente estoy aprendiendo japonés. Llegué aquí hace 3 meses sin tener ni idea de japonés y ya consigo que me entiendan en los combini y en los restaurantes, reconozco algunos kanjis cuando voy por la calle y el hiragana y katakana ya no son ningún problema, hasta soy capaz de mantener conversaciones básicas. Aún estoy muy lejos de poder afirmar que "sé japonés" pero oye, es un comienzo, y obtener resultados me motiva para seguir aprendiendo aunque requiera mucho esfuerzo.
Y sigo aprendiendo japonés... El curso intensivo ha terminado y me he apuntado al curso de verano, que dura 2h30 al día, la mitad de clases. El ritmo es mucho más relajado pero seguimos aprendiendo gramática y vocabulario nuevo cada día. La cantidad de deberes también ha disminuido ya que ahora estudiamos en una semana el mismo número de kanjis que antes nos metíamos en dos días. En fin, aprendo japonés pero sin agobiarme.
Todo ese tiempo que he recuperado lo estoy invirtiendo en hacer mi vida más cómoda, hacer deporte y pasarme por el laboratorio de la Universidad para comenzar con la investigación. Sin prisas pero con ganas de empezar a trabajar en mi proyecto, que es a lo que he venido a Japón al fin y al cabo.
El curso de japonés intensivo, se acabó
Después del curso de japonés intensivo, a partir de ahora el panorama en Japón se presenta más interesante. Durante este mes de Julio seguiré yendo a clase y después al laboratorio. En Agosto tengo vacaciones y ya tengo planeada una escapada. A la vuelta en Septiembre mi tiempo se centrará en el proyecto de investigación en el laboratorio aunque intentaré apuntarme al curso regular de japonés para estudiantes extranjeros y seguir aprendiendo. Y así hasta el año que viene, que será cuando empiece a estudiar el Master.
Ahora sé como se sentían mis compañeros becarios ICEX de Corea, China, Japón, etc., cuya estancia era de 15 meses en lugar de 12 e incluía un curso intensivo de idioma durante los primeros meses. Recuerdo a estos compañeros desear que llegara el día en que terminara el curso de idioma intensivo y empezara el trabajo en la Oficina Comercial. Durante mi año de beca de Vietnam iba a clases de vietnamita todas las semanas pero el ritmo no era intensivo, era just for fun. Aprender un idioma es bonito pero llevar un ritmo frenético a veces no te hace aprender más rápido ni te permite disfrutar de ello.

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