Este informe, que concierne el año 2012, subraya también los esfuerzos del gobierno marroquí en materia de prevención de las "retóricas religiosas inflamatorias o extremistas", señalando que el gobierno veló durante el año pasado por el respeto del derecho de los ciudadanos a practicar sus religiones.
El documento de la diplomacia estadounidense pone también de relieve los esfuerzos de Marruecos para promover un Islam moderado y tolerante, como lo demuestra la libertad de culto de que gozan los marroquíes de confesión judía y las comunidades cristianas extranjeras, indicando que estos últimos están autorizados a "ejercer abiertamente" sus cultos.