Los más aguerridos aventureros llegaron dispuestos a comprobar hasta qué punto era cierto el desafío que había recorrido como un temblor todo el orbe.
El gran Gineandro, hará algo que ninguno de los asistentes nunca ha hechoLos murmullos sobre tal arrogancia enmudecieron al encenderse los focos sobre el escenario.La expectación silenció hasta los pensamientos de los asistentes.Gineandro se asomó orgulloso ante su expectante público, saludó, sonrió y murió.