De repente me vi llamando a mi familia y amigos para quedar, tenia ganas de volver a tenerlos a mi lado. Se extrañaban de que fuera yo la que los llamara, se les notaba que se quedaban sorprendidos y la vez contentos de oírme.
De mi mente nunca desaparecía el recuerdo de la señora “deseando que me cambiara la vida”, no podía creer que con solo una vieja flor, pudiera dejar de sufrir y empezar a vivir, pero bueno parecía que así estaba siendo, aunque yo no lo percibía como tal.
Alguna vez paseando, sin darme cuenta acababa en la calle donde me encontré con la señora, siempre miraba a toda la gente buscándola, pero no había suerte, pero tenía la corazonada de volverla a ver algún día.
La cosa empezó un poco extraña, yo nunca había sido muy creyente de esas cosas, pero empecé a tener corazonadas y presentimientos, al principio me confundían y no les hacia mucho caso, pero con el tiempo me di cuenta de que no podía dejarlos pasar.
El próximo día os contare algunas de mis experiencias, os daréis cuenta de mis sentimientos y como con poca cosa podía ayudar a los demás, ya que siempre tenia ese sentimiento de agradecimiento.
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