El deseo de la Flor Verde, la Esperanza

La Señora Berta, me contó la historia de su hijo. El hijo era una persona bastante reservada, no muy sociable, siempre estaba en su cuarto, y casi nunca salía, ya que no tenía amigos. Una tarde el chico salió de su habitación más contento de lo normal, el chico había encontrado una chica por Internet, la chica era de Venezuela y al parecer llevaban algún tiempo manteniendo una relación.
El chico había decidido ir a Venezuela, para conocerla en persona, Berta no lo comprendía, como se iba a ir su hijo a Venezuela, si casi no había salido del pueblo, y encima el solo. Pero el hijo era mayor de edad y parecía que no atendiera a razones.
En poco más de una mes, lo tenía todo preparado para irse, y no sin que Berta luchara por hacerle entender que no era lo más conveniente, él se marcho.
Al llegar a Venezuela, las llamadas a casa eran bastantes fluidas, parecía que fuera muy feliz, pero empezaron a pasar los días y no había ningún tipo de noticias sobre el.
Ya habían pasado más de dos meses sin saber nada de él, Berta estaba destrozada, sabia que algo malo había pasado, pero no podía hacer nada al respecto. Adelina no podía ver a su hermana así, por lo que le regalo el deseo de la Flor Verde, la esperanza.
“Mi deseo es que no pierdas la esperanza, ya que tu hijo volverá”.

Aún no había pasado una semana, el teléfono sonó, era el hijo de Berta. Al parecer el hijo había tenido un accidente y había estado en coma, le contó que los médicos no podían creerlo pero que ya estaba casi recuperado.
Lo que mas alegro a Berta es que su hijo iba a volver con su novia, ya que habían decidido vivir en España. Me pareció una historia preciosa, otro deseo de las flores que se cumplía.
A mi me interesaba conocer a la hija de Adelina, y le pregunte donde podía encontrarla. Ella con su característica amabilidad, me dio la dirección, y ella la avisaría para que estuviera preparada, para conocerme.