Esta autora ha tenido mucha ,mucha muchísima suerte de que se lo hayan publicado y ya no os digo de que se venda.
Os cuento de lo que va : es la historia de una joven titulada que empieza a trabajar como bibliotecaria en la casa de un ricachón en un pueblo llamado San Ireneo que ha sido fundado por gente que ha huído del mundo moderno para retomar costumbres de antaño, pasar su vida en consonancia con sus valores e ideales y criar a sus hijos por ellos mismos acorde a estos.
La señorita Prim se enamora de su jefe pero este no la corresponde y al final ella se va de San Ireneo a Italia.
Como veís la historia es bastante insulsa de por sí y bastarían 50 páginas para desarrollarla y no más de 200 pero es que todo el libro es una disertacion continua sobre temas eduativos, filosóficos, feministas, sociales?..etc.
La protagonista resulta pedante, el "señor del sillón", que es el jefe, más todavía. Y así todos los personajes.
Los diálogos, mejor dicho monólogos, son larguísimos y aburridos.
Al cabo de 200 páginas no he conseguido saber ni donde está San Ireneo, ni en qué época se desarrolla la historia, ni cuál es el misterio del monasterio del pueblo, ni del monje, ni la historia personal del "señor del sillón".
En fin que la autora se olvida completamente del argumento del libro para divagar sobre todo tipo de cuestiones puestas en boca de sus personajes y cuando se le ha acabado el rollo finaliza el libro sin más.
Y todavía habrá que darle las gracias por no haber seguido escribiendo otras 200 páginas más.
Creo que el truco para que la gente lo lea ha estado en poner los nombres de los personajes en inglés porque últimamente están de moda las novelas ambientadas en Inglaterra en los años de Matusalén.
En definitiva que no sé ni cómo he conseguido acabármelo.
Menos mal que no he tirado el dinero comprándolo.