Fue el día de la madre y en esta casa se vivió casi exactamente como quise. Fue muy bonito. Podría hablar de eso o de mi maternidad, pero en su lugar, vengo aquí a dejar lo que pensé después de leer un tweet sobre las madres de macotas.
Cada persona ama a lo que se le da la gana: seres vivos, objetos, ideas. Allá cada cual.
Cabe la posibilidad de que los animales sean parte de la familia. Hay quienes les humanizan. A mí me parece que esto último es malo para los animales; en principio, irrespetuoso.
Así pues, no es raro que se ame a un animal. Y si alguien le siente como "hijo", pues bueno -faltaba más, los sentimientos son los que son-. Que los animales domésticos vivan a su humano como "mamá", también lo entiendo.
Pero eso no es la maternidad. Ni de lejos. Por más amor inmenso que sientan por sus perros, gatos o lo que tengan. Por más que den su vida por ellos. Por más que esos perros, gatos, conejos, patos sientan, demuestren, valoren o lo que sea...
La maternidad implica hacerte cargo de la formación de una persona.
Si alguien cree que quiere a su perro tanto como una mamá quiere a su niño, puede ser, tanto porque se puede amar a un perro con toda el alma, como porque hay niños poco -o nada- amados. Pero eso no la hace una mamá.
El hecho de que el perro, el gato, el conejo o el pez no van a interactuar con su humano con la complejidad y el sentido de las interacciones humanas, nada más lo anoto porque no quiero dejar de mencionarlo; pero basta con lo que ya dije:
La maternidad implica hacerte cargo de la formación de una persona.
Así que no: el día de la madre no es para las que se asumen "mamás" de perros y gatos. Me parece una grosería que piensen que su hacerse cargo de un animal es maternidad: su amor podrá ser muy valioso, sus cuidados podrán ser muy valiosos: aún así, eso no es maternidad.
Silvia Parque