Hace unos días atrás caminaba por el centro porteño. Lo hacía tranquilamente, porque me molesta la gente que te atropella al caminar. Tengo la culpa de tu retraso? tengo culpa sí te gusta andar frenéticamente como el mundo se acabara sí no caminas rápido?No caminaba deliberadamente tranquila o despacio como quizás alguno podría decir. Simplemente no dejo llevarme por el apuro constante de la mayoría de las personas.A consecuencia de esto, y sin poder entender totalmente el hecho, un señor (por calificarlo de alguna manera delicada) detrás mío visiblemente ansioso en su caminar, toma la decisión de decime: "eh marmota, para un lado o para el otro". Paso por el costado mío cual intento de ferrari andante humana, y yo respondí: "desacelerate gil".Entonces mientras él aviva su ritmo frenético de andar, es más en la bocacalle cruzó en verde, esquivando autos que lo bocineaban hasta el cansancio y él insultándolos. Me empecé a preguntar: qué hace a una persona andar tan desaforadamente (estoy casi segura que no era por llegar tarde a ningún lado, claro a ningún lado) y calificar e insultar a otras personas? Este hombre transmite sus frustaciones o preocupaciones en desconocidos? Y sí fuera así porque es su limitado pensar lo primero que transmite son insultos? Qué habilita a esa persona andar trasmitiendo su ira a los demás?Estaría piola que nadie transfiera sus arrebatos con desconocidos, qué tampoco tienen porque tolerarlo?
Evidencia de la sociedad en cual convivimos. Convivimos? o nos llevamos por delante unos a otros, sin importar nada ni nadie? Sin pensar!Por eso me disguta ir en la semana a Centro poque en gran parte las personas que lo recorren se creen dueñas y amas de las veredas. No sólo con colectivos, autos, taxis, etc. casi rozandonos sino atropellados por personas también...Sigo prefiriendo ser marmota¿Sabe qué puede necesitar, Sr. Connors?
- ¿Una biopsia?
- Un siquiatra. (frase de la película "el día de la marmota")