Mi abuela nunca escuchó de la tradición mexicana del Día de los Muertos y quizá le hubiera parecido raro que tengamos su imagen al lado de unas calacas. Pero estoy segura que le habría gustado saber que durante estos días pensamos en ella y los otros muertos queridos cada vez que pasamos por nuestra sala. O que su bisnieta que nunca conoció le pone dulces y que así sentimos que sigue compartiendo nuestra vida.
Si quieren saber más de esta tradición, hay información aquí.
Ursula.